advierten del riesgo en Monte Perdido y el Aneto

Aunque estemos ya metidos en la primavera, la nieve sigue muy presente en el Pirineo aragonés, sobre todo a partir de los 2.200-2.300 metros de altitud. La campaña Montaña Segura, impulsada por el Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Montañismo, alerta de que este año hay más nieve de lo habitual en media y alta montaña, y que hay que extremar las precauciones si se sale a hacer rutas tanto andando como en esquí de travesía.

Los expertos recuerdan que es imprescindible llevar piolet, crampones y saber usarlos, además de casco. También avisan de que en cotas más bajas donde hay neveros sobre barrancos, el manto puede colapsar al cruzarlos. Y en las zonas donde la nieve ha empezado a desaparecer, el deshielo ha provocado que los cauces de agua bajen con mucha fuerza, lo que complica su paso.

Las condiciones fueron confirmadas este pasado fin de semana por montañeros que han subido al Aneto, donde hay nieve en todas las vertientes. En el Monte Perdido, el punto más peligroso, la Escupidera, sigue completamente cubierta de nieve. El Parque Nacional de Ordesa advierte que esta zona requiere máxima precaución sea cual sea la experiencia que se tenga en la montaña.

De hecho es uno de los puntos negros del Pirineo. En verano, el ascenso a Monte Perdido desde Góriz es asequible, pero con nieve se convierte en una trampa peligrosa. Ya se ha cobrado 14 vidas en los últimos 30 años. Tiene forma de embudo y una pendiente inclinada hacia la izquierda que puede lanzar al montañero por un precipicio de entre 100 y 150 metros. Un simple resbalón ahí puede ser mortal. Por eso, solo deberían intentarlo personas realmente experimentadas.

Por la vertiente sur, desde el refugio de Góriz hasta la base de la Escupidera, hay nieve continua. Y lo mismo ocurre en la subida por el norte, desde el valle de Pineta: aunque se puede avanzar sin crampones hasta la base del llamado Embudo, a partir de ahí el uso de crampones es obligatorio, con nieve continua hasta la cima.

La notable subida de las temperaturas esta semana podrían ayudar al deshielo, pero por ahora, la montaña sigue siendo un lugar exigente. Así que el mensaje es claro: «si vas al Pirineo, que no te pille por sorpresa».