24 octubre, 2025

¿Adiós a los obreros? China ya está construyendo carreteras con vehículos robots autónomos porque lo hacen mejor, más rápido y más barato

¿Adiós a los obreros? China ya está construyendo carreteras con

En pleno debate de si la IA y la robótica acabará con muchos empleos, China ya está construyendo carreteras recurriendo únicamente a robots y con mínima intervención humana. Presumen de que el proceso es mucho más rápido y con mayor precisión. Además del ahorro de costes que supone prescindir de operarios.

Ya son varios los tramos de autovías que se han levantado con vehículos de pavimentación autónomos, camiones no tripulados o drones para la supervisión. Una muestra de que la automatización en la construcción de carreteras ya ha dejado de ser un experimento para hacerse realidad.

Carreteras construidas (casi) sin personas

El ejemplo más reciente es del de la nueva autopista que conecta la la capital provincial, Guiyang, con el condado de Pingtang, en la provincia de Guizhou. En mayo de este año, se recurrió a una pavimentadora sin conductor y seis rodillos completamente autónomos. 

Pero no es el único. Hace justo un año, China presumió de inaugurar un tramo de 158 km construido íntegramente por robots y apenas intervención humana. Fue en la autopista Pekín-Hong Kong (Beijing–Hong Kong–Macao Expressway) y dicho tramo conecta Pekín con Hebei. Previamente, en 2021, se recurrió a diez apisonadoras tándem y dos pavimentadoras autónomas para asfaltar tramos de la autopista Nanjing-Shanghai.

Más rápido, más preciso y más barato. El tramo de casi 160 km de la autopista Pekín-Hong Kong, fue significativo tanto por extensión como por el hecho de ser una vía de 18 m de ancho. Para lograrlo se utilizaron diez vehículos no tripulados. Éstos distribuyeron una mezcla de piedras compactadas y arena, para luego añadir un aglutinante bituminoso para moldear la superficie y mantener las capas intactas. 

La pavimentadoras se encargaron de distribuir los materiales, mientras rodillos autónomos iban apisonando el firme, a fin de nivelar la superficie y obtener la dureza exigida. Drones fueron supervisando el desarrollo, realizando evaluaciones topográficas.

Según las tres empresas estatales encargadas del proceso, la precisión con la que operó la maquinaria inteligente sin conductor, permitió completar todo el tramo de una sola pasada. Y eliminó la necesidad de usar rodillos más pequeños para corregir las desviaciones. De lo mismo se presumió en el tramo de la autopista Nanjing-Shanghai: las diez máquinas utilizadas, controladas por radar, permitieron extender el pavimento de 120 mm con una precisión de ±1 mm.

¿El fin de los operarios? En todos estos casos, no se detalló de cuantos operarios prescindieron en comparación al método tradicional de asfaltado con máquinas tripuladas. Tampoco el ahorro de tiempo ni de costes. 

Sea como fuere, supone un hito de ingeniería para la construcción de carreteras. Y el hecho de que China esté recurriendo a este sistema basado en robots sugiere que sale a cuenta en términos de ahorro de costes y eficiencia. Aunque también es un estupendo escaparate de su avanzada tecnología en infraestructura vial, de lo que les gusta tanto presumir. La República Popular es buen ejemplo de obras mastodónticas que levanta en tiempo récord.

A su vez, pone sobre la mesa una preocupación que se extiende a no pocos sectores con la aplicación de la IA y la robótica: la desaparición de empleos. Si bien la maquinaria autónoma siempre exigió supervisión, la tarea de los operarios humanos se limitó a este aspecto. Aunque se sigue necesitando el trabajo humano, por ejemplo en la construcción y desarrollo de la tecnología autónoma, redefine los puestos de trabajo dejando a otros obsoletos. Las empresas venden el lado amable: los robots evitarán que tengamos que hacer tareas tediosas, duras a nivel físico o repetitivas. 

Imágenes | International Center for Science & Technology Innovation (ICSTI), 

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