Danielle Collins se acerca a su retirada: sacrificio y sueños cumplidos

Todo tiene su final. Aunque todavía no ha llegado el momento de decir adiós, Danielle Collins vivirá en este US Open 2024 el que será el último Grand Slam de su carrera como jugadora profesional. La americana, actual número 11 del mundo, no cambia sus planes a pesar de vivir sus mejores resultados en estos últimos meses. Con 30 años, 8 en el circuito, la estadounidense se centra en disfrutar de sus últimas semanas de competición, sabiendo todo lo bueno que le espera para cuando decida colgar la raqueta. Aunque la primera vez que jugó al tenis fue a partir de los 3 años por su padre, Collins arrancó de manera profesional mucho más tarde de lo que suele hacer la mayoría.
«Una de las cosas de las que estoy más orgullosa de mi carrera es la trayectoria, desde que empecé como atleta universitaria hasta que fui capaz de abrirme camino hasta la cima, de ganármelo. Ganármelo de verdad. Sé lo que significan el sacrificio, el sudor y las lágrimas. La mayor parte de mi éxito no llegó hasta más tarde, entre los veinte y los treinta años. Eso parece poco ortodoxo en la industria del tenis», confesaba Danielle en una entrevista con The Guardian.
¿En qué momento se dio cuenta de que lo había conseguido?
«Cuando jugué los cuartos de final contra Venus Williams en el Abierto de Miami, el torneo de mi ciudad. Fue mi año de consagración, 2018, y fue simplemente surrealista. Recuerdo ver a Venus y Serena en el vestuario y hablar con ellas, y creo que tenía lágrimas en los ojos. Y luego salir a la pista a jugar contra Venus en un estadio enorme, con mis amigos y mi familia allí, fue una experiencia increíble», recuerda la americana.
«Poder pasar por el tenis junior con mis padres fue especial. Sé lo difícil que era viniendo de una familia de clase media baja poder permitirse este deporte. Mi madre era profesora de preescolar y mi padre paisajista, y ahorraban todo el dinero que ganaban para poder llevarme a esos torneos los fines de semana».
Una temporada llena de triunfos
«Es muy gratificante poder terminar mi carrera ganando algunos torneos este año. Uno de los mayores objetivos de mi carrera era convertirme en jugadora olímpica y lo he conseguido. Normalmente son las historias de los jóvenes atletas las que llegan a lo más alto, pero con nosotros, en los veteranos, no es algo en lo que la gente piense tanto. Me llevó un poco más de tiempo poder conseguirlo, pero jugar los Juegos Olímpicos son algunos de los mejores recuerdos en la pista que tendré para el resto de mi vida».
Sobre el futuro
«Lo más importante para mí ahora es adaptarme a la vida en casa y tener tiempo para relajarme y formar mi familia, pero no me opondría a ayudar a los deportistas que aspiran a ascender. Sinceramente, si pudiera trabajar con tenistas de cualquier nivel, mis favoritos serían los principiantes. Sorprendentemente, soy una persona muy paciente. No lo dirías viéndome jugar al tenis profesional, pero lo cierto es que se me da muy bien entrenar a principiantes. Será interesante ver lo que acabo haciendo, pero a corto plazo, sólo será disfrutar del tenis por lo que es, no ya como profesión».