Una noche de verano
El pitbull cae en desgracia en una noche boxística donde Isaac Cruz fue neutralizado por el mayor alcance del Rayo Valenzuela que mostró la elegancia de un jab muy ejercitado.
Esas dos herramientas le sirvieron para ganar el combate ante un Cruz inoperante que no encontraba soluciones, que adolecía de ese movimiento de cintura de otras noches y que se quedaba siempre mal posicionado tras cada impacto de su rival.
Ganó el Rayo y ganó bien, con soltura y claridad.


Jared Anderson fue aplastado por Martin Bakole que lo machacó en tan solo cinco asaltos sacando al norteamericano del escalafón de los outsiders a la corona.
Un nocaut claro y apabullante que dejo implícito que Anderson sólo era un prospecto que está muy lejos de convertirse en una opción real para el peso pesado.


El otro fiasco de la noche vino en la actuación de un Andy Ruiz al que los jueces le regalaron un combate nulo, ya que perdió claramente.
Lucio sin el fondo ni la electricidad de otras noches y demostró que su inactividad es una losa que lo está conduciendo al ostracismo. Miller, sin ser un fenómeno, mereció la victoria.


Crawford ganó con claridad ante un rival fuerte demostrando que es un fuera de serie que ya comienza a estar lejos de la categoría donde debería estar peleando. El cubano Morrell protagonizó un combate soporífero que pudo dormir a los aficionados, pero que puede servir al proceso de adaptación de David a esta nueva categoría.
Su paisano Andy Cruz estuvo brillante ante Moran y no me quiero olvidar de Steven Nelson que a mi parecer estuvo espectacular.
Hubo un poco de todo en una buena noche de boxeo que en líneas generales sirvió para complacer a muchos de los aficionados.
Marcos Nogueroles Hernández
