Sebastian Korda, el tapado a seguir en Wimbledon
Sebastian Korda es un jugador con un talento descomunal. Fluidez fantástica, estética que nos retrotrae otros tiempos, mano rápida para cambiar direcciones y acelerar en un santiamén. Condiciones de todo tipo, en definitiva, para brillar en este deporte. Pocas superficies le vienen mejor a su estilo que la hierba, con la velocidad y la agilidad por bandera… y sus primeras actuaciones en este 2024, donde ya pisa los cuartos de final del ATP Queen’s 2024, son bastante halagüeñas de cara a lo que pueda hacer en Wimbledon 2024.
Porque llevamos ya un par de años esperando una gran eclosión de un talento también irregular, capaz de lo mejor y de lo peor y con una clara tendencia a aflojar la mano en los momentos de presión de un gran duelo. Quizá no haya mejor instancia que el próximo Grand Slam del calendario tenístico: quizá este sea el momento en el que Korda pueda brillar en la primera línea del foco mediático. Eso sí, el estadounidense querrá evitar errores costosos del pasado.
En unas declaraciones no demasiado recordadas por muchos, Korda se autoproclamó como uno de los favoritos a Wimbledon en 2023. Lo hizo inmerso también en el torneo de Queen’s, donde dejó grandes actuaciones y solo cayó ante el invicto Carlos Alcaraz en semifinales. Las señales, desde luego, estaban ahí: gira prometedora de hierba, nivel sólido ante jugadores de mejor ranking, menos tiempo para pensar y desmembrarse a nivel mental… parecía, de nuevo, su gran año… pero aquellas palabras pusieron una losa de cemento sobre sus hombros que acabó siendo demasiado costosa en Londres, donde caería en primera ronda ante Jiri Vesely.
UN 2024 DIFERENTE
Ya mostró una muy buena versión Sebastian en Roland Garros, donde volvió a competir de tú a tú con Carlos Alcaraz, demostrando que en el apartado de la velocidad de bola es capaz de hacer frente a los mejores. En hierba, todo acontece a velocidad 2.0, condiciones ideales para que su rapidez de mano, su fluidez en los golpes y su capacidad para atacar con los paralelos y cerrar el punto en la media pista brillen. Es un caldo de cultivo perfecto para un Korda que se está destapando en esta gira de hierba, donde ya acumula una final en ‘s-Hertongenbosch y donde hoy ha derrotado a Grigor Dimitrov para ganarse su billete a los cuartos de final de Queen’s.
Más allá de lo que acontezca en Londres, donde podría volver a cruzarse con Alcaraz en semifinales, las sensaciones son ilusionantes. Eso sí, ahora con mucha más cautela que en épocas anteriores, Korda afrontará Wimbledon con la ilusión de unirse al vagón de cola de los jóvenes que quieren convertirse en realidad. Al fin y al cabo, todavía tiene 23 años… y aún queda mucho tiempo en el reloj para demostrar que es mucho más que un ‘niño bonito’ que juega bien al tenis. ¿Y si es este verano? Ténganlo en cuenta, al menos, y no lo descarten en Wimbledon.
