Una sensacional Swiatek se jugará el reinado en París

El destino de Iga Swiatek en Roland Garros 2024 parecía estar escrito desde hacía tiempo, tan solo tenía que certificar su pase a la gran final ante Coco Gauff. Y así fue. La número 1 del mundo volvió a meterse en la piel de esa brillante jugadora que tan bien conoce el éxito en París, pues luchará por su cuarto título en la Philippe Chatrier el próximo sábado. Iga se impuso por 6-2 6-3 a la estadounidense, ganando en superioridad y volviendo a ser su peor pesadilla. De esta manera, volveremos a ver un año más a Swiatek luchar en un escenario que le viene como anillo al dedo tras haber demostrado mucha solidez, ya no solo en su partido ante Gauff, sino a lo largo de todo el torneo.
El primer choque de semifinales arrancó quizá con uno de los inicios con más dudas de Swiatek a pesar de ese break tempranero que se apuntó nada más comenzar. Es verdad que después de eso, la americana intentó jugar con más agresividad para ser una jugadora capaz de tener posibilidades ante la número 1. A Gauff le estaba funcionando esa táctica, pues a Iga se le enquistaron sus primeros juegos al servicio. Sin embargo, la polaca fue de menos a más, logrando dominar esos cambios de altura que Gauff le proponía y sobreponiéndose a esos puntos perdidos desde el fondo de la pista.
Aunque la realidad es que Swiatek empezó a crecerse cada vez más mientras que a la estadounidense le condenó su derecha. La gran cantidad de errores que acumuló con este golpe fueron los que dictaron el destino del set y del partido principalmente. Esos errores le llevaron a volver a ceder su servicio ante una Iga que construyó los puntos con inteligencia al mismo tiempo que varió las alturas para descolocar a su rival. Así, Gauff no encontró la manera de hacer daño a una rival que tenía muy clara su hoja de ruta.
Iga reacciona ante un ápice de esperanza de la americana
El arranque del segundo parcial continuó con una Gauff complicándose la vida y con muchas dificultades para leer a su rival que seguía muy concentrada en su juego. Pero hubo algo que le hizo coger algo de impulso a la americana tras una discusión con la juez de silla. Gauff le recriminó que el juez de línea había cantado el saque de Swiatek antes de que ella golpeara la bola, algo que le hizo desconcentrarse. Aquello le hizo necesitar unos segundos para sacar fuera toda la tensión antes de volver al trabajo. Y respondió rompiendo por primera vez a una Iga que estaba dominando el encuentro desde hacía tiempo. Sin embargo, ese subidón le duró bastante poco, pues la número 1 del mundo volvió a la carga, no solo recuperando ese pequeño susto, sino volviéndose a poner por delante con majestuosidad y valiéndose de los ingentes errores de su rival.
Y es que Gauff tampoco pudo enfrentar la defensa de una Swiatek que se sacaba las bolas de encima como una auténtica veterana. La derecha de la estadounidense ni estaba ni se le esperaba, al mismo tiempo que la capacidad de reacción de la número 1 y su solidez la catapultaron hacia una nueva final en Roland Garros. Gauff lo intentó hasta el final, de eso no hubo dudas, pero quizá se quedó sin tiempo. Así, muchas esperanzas depositadas en la número 1 del mundo que ya está esperando por Jasmine Paolini o Mirra Andreeva. Por su parte, Gauff necesitará reestructurar un nuevo plan táctico ante Iga si quiere tener posibilidades en el futuro de su rivalidad.