16 octubre, 2025

El increíble recuerdo que Murray comparte con Wawrinka

El increíble recuerdo que Murray comparte con Wawrinka

Andy Murray vuelve a Roland Garros. Lo hace cuatro años después de su última participación en París, en un año marcado por la pandemia en el que el torneo se disputó en octubre y el escocés se vio las caras con Stan Wawrinka. Sí, el suizo que tres años antes le infligió una de las derrotas más duras de su carrera en la propia Philippe Chatrier, en un partido que marcó el inicio del fin de su cadera… y contra el que se volverá a ver las caras en su debut en esta edición. Momento perfecto, en la previa del evento, para que Andy haga repaso a su actualidad, que incluye el por qué de su cambio de raqueta, los recuerdos que le trae enfrentarse a Stan y su estado de forma.

– Cómo se siente físicamente, sobre todo tras su lesión en el tobillo

«El tobillo está bastante bien. Cuando regresas tras una lesión, todo se hace un poco más difícil, especialmente si te vas haciendo mayor. Es difícil imitar la intensidad de un partido en un entrenamiento, así que necesitas partidos para volver a entrar en ritmo. Más allá de algunos pequeños dolores, el tobillo está respondiendo bien. Al principio parecía que era muy difícil que llegase a jugar aquí; las lesiones son difíciles de predecir, y la que yo tenía parecía que me dejaría fuera durante 10 o 12 semanas. Por suerte, todo ha ido como la seda y empecé a hablar con mi equipo acerca de si debería jugar aquí. Estuve cerca de poder jugar en Roma, pero ahora estoy feliz haber dejado eso atrás y por estar aquí», señaló Andy Murray en rueda de prensa.

– Volver a enfrentarse con Stan Wawrinka, compañero generacional y de grandes batallas

«Sorprendentemente nunca nos enfrentamos como júniors, pero sí recuerdo enfrentarme muy pronto con él a nivel profesional, en Copa Davis, cuando tenía 18 años. Hemos tenido grandes partidos a lo largo de los años y me resulta increíble verle competir al máximo nivel a sus 39 años. Es genial poder volver a vernos las caras, espero que el ambiente sea fantástico. Es un gran partido para ambos, Stan ha tenido una carrera increíble y es un placer medirme a él de nuevo en un Grand Slam.

– El increíble proceso de su último cambio de raqueta: de Head a Yonex

«No me dejado Head. Creo que llevo usando raquetas Head durante 23 o 25 años. El tenis es un deporte muy extraño: hay muy pocos jugadores que tomen cambios de este calado a lo largo de sus carreras, principalmente porque las carreras son cortas, pero yo llevo en el circuito 20 años y considero que en casi cualquier industria, las cosas evolucionan y cambian. Es algo que quería probar, no quería acabar mi carrera pensando si podría haber hecho algo que me hubiese ayudado. He disfrutado mucho de este proceso, he probado muchísimas raquetas, ha sido algo que me ha mantenido ocupado durante el proceso de recuperación. He disfrutado mucho jugando con la Yonex en los entrenamientos. Los partidos son diferentes, como es lógico, pero creo que esta ha sido la decisión correcta en este punto de mi carrera».

– Un partido que marcó su carrera: la semifinal perdida ante Wawrinka en París 2017, antes de sus problemas de cadera

«Recuerdo que antes de los cuartos de final, en los que me enfrenté a Nishikori, ya sentía que había algo que no iba bien. Ya había tenido problemas con mi cadera durante cierto tiempo, y si te fijas en mis resultados previos, perdí varios partidos en los que lideraba por 2-1. Me pasó en el US Open, en la Copa Davis y también aquí ante Stan. Mi récord en esa situación de partido era excelente hasta ese punto, pero sentía que conforme se alargaban los partidos comenzaba a tener problemas, no solo desplazándome, también en la mecánica de servicio.

Recuerdo que en el quinto set del partido ante Stan sentía que no era capaz de moverme. No pude dormir aquella noche por el dolor tan tremendo que sentía en mi cadera. Me levanté en mitad de la noche y me cambié al sofá, con un dolor intensísimo. Mi cadera jamás se recuperó, no podía extender mi pierna de manera correcta… fue una lástima, sí».

 

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