Los beneficios de Porsche se desploman un 99%. El CEO de Volkswagen dice que la marca alemana “está en una crisis masiva”, pero temporal
Las cosas no van bien en Porsche. A ojos de los aficionados, la marca alemana sigue estando en el olimpo del automovilismo, pero eso no es suficiente para tener contentos a los dueños de la compañía, es decir, a los directivos del Grupo Volkswagen.
A finales del año pasado, mi compañero Daniel Murias ya alertaba de la difícil situación a la que se enfrentaba Porsche en ese momento, con varios meses acumulados de pérdidas de ventas globales que ponían en peligro 8.000 puestos de trabajo.
Porsche está reaccionando para recuperar sus fuerzas
En ese momento, el motivo de las malas cifras de ventas era la transición al coche eléctrico, que está siendo una pesadilla para la gran mayoría de marcas, incluida Porsche. A lo largo de 2025, las cosas no han mejorado para la firma de Stuttgart, de hecho, han ido a peor, como la propia marca acaba de reportar.
Dejar de vender el Porsche Macan de combustión y los Porsche 718 Boxster y Cayman no ha ayudado absolutamente nada porque estos tres modelos eran especialmente relevantes para esta compañía, especialmente el Macan, que ha sido la gallina de los huevos de oros durante una década y sus números eran infinitamente mejores que los que está registrando el nuevo Porsche Macan completamente eléctrico.


Y es que la gente no quiere Porsche eléctricos, por eso la marca ha tenido que dar marcha atrás y, a pesar de que sus planes pasaban porque los próximos Boxter y Cayman fuesen completamente eléctricos, la realidad ha obligado a cambiar la hoja de ruta y Porsche ha decidido volver a contemplar unos nuevos Boxster y Cayman con motor de gasolina.
Es una de las reacciones de Porsche ante la desaceleración de las ventas de coches eléctricos que está experimentando, sin embargo, mientras esas reacciones se materializan, Porsche lo está pasando muy mal.
Entre enero y septiembre de este año, el Grupo Porsche AG ha reportado un beneficio operativo de 40 millones de euros. A priori, que Porsche haya ganado 40 millones de euros no parece un dato negativo, pero sí lo es cuando se compara con el beneficio operativo que tuvo en el mismo periodo de tiempo el año pasado, 4.035 millones de euros, lo que supone una caída del beneficio operativo del 99%.


También ha caído la rentabilidad de la marca, pasando de un 14,1% en los tres primeros trimestres de 2024 a un 0,2% registrado en los tres primeros trimestres de este año.
Porsche explica que estas cifras se deben a la caída en las ventas, que ha sido del 6% si se comparan las entregas a los clientes de enero a septiembre de 2024 (226.026 unidades) con las registradas en el mismo periodo de este año (212.509 unidades). Precisamente ese 6% que han caído las ventas coincide con el descenso en los ingresos por ventas, que también es del 6%, pasando de 28,56 mil millones de euros en los nueve primeros meses de 2024 a 26.86 mil millones en los mismos meses de este año.
La compañía señala que se trata de un bache y habla de “realineación estratégica”, aclarando que los malos números son el reflejo de un periodo de transición a la electrificación y que las medidas que está tomando la marca están enfocadas a mejorar esas cifras y a que la marca llegue a la era eléctrica con solidez. “La compañía está aceptando conscientemente cifras clave temporalmente más débiles para fortalecer la rentabilidad y la resiliencia a largo plazo”, aclara Porsche.


Digamos que Porsche afronta la crisis actual como un sacrificio temporal. “Estamos orientando a Porsche hacia una rentabilidad sólida y a largo plazo”, dice Dr. Jochen Breckner, miembro del Consejo Ejecutivo de Finanzas de Porsche AG
“Como parte de la realineación de su estrategia de producto, Porsche planea complementar su gama de productos con modelos adicionales con motores de combustión y híbridos enchufables. A cambio, debido al aumento retardado de la movilidad eléctrica, se planea que el lanzamiento al mercado de ciertos modelos de vehículos totalmente eléctricos tenga lugar en una fecha posterior. En particular, se reprogramará el desarrollo de la nueva plataforma prevista para vehículos eléctricos en la década de 2030. La plataforma se rediseñará tecnológicamente en coordinación con otras marcas dentro del Grupo Volkswagen. Sin embargo, la gama de modelos totalmente eléctricos existentes se está actualizando continuamente”, explica Porsche.


Oliver Blume, que actualmente es CEO de Porsche y CEO del Grupo Volkswagen, dejará de estar al frente de Porsche para dirigir únicamente el Grupo Volkswagen. Su puesto en Porsche lo asumirá Michael Leiters a principios de 2026, pero todavía es Blume el que debe hacer balance de los resultados de Porsche y en una entrevista con Auto Bild ha sido claro: “Porsche está en una crisis masiva. Con China, los aranceles estadounidenses, Rusia y Ucrania, nos están faltando los ingresos de dos tercios de los mercados donde estamos presentes”.
Blume promete que todo lo que Porsche está haciendo ahora servirá para que la marca sea más fuerte en el futuro: “A partir del próximo año habrá una tendencia claramente positiva”. Eso sí, en ese momento será responsabilidad de Michael Leiters, aunque Blume tendrá que afrontar un problema más grande: la crisis del Grupo Volkswagen, en general.
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