Masters 1000 de París, precios muy bajos de entradas y una nueva sede
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Si preguntásemos a todos los aficionados al tenis cuál sería el Masters 1000 más prescindible o menos atractivo de todos, es muy probable que la mayoría responda el de París. Instalaciones obsoletas, solo dos pistas de juego y un torneo no muy llamativo gracias a que los Top llegan completamente tiesos a esta parte de la temporada. Desde este 2025, es probable que esta respuesta pueda cambiar.
Y es que el Masters 1000 de París corta la etiqueta de ‘Bercy’ que durante tantos años le ha acompañado. Intentando cumplir con los requisitos de la ATP de tener más pistas de entrenamiento y para seguir manteniendo la categoría, la Federación Francesa ha movido el torneo al pabellón de La Defense Arena, el recinto indoor más grande de toda Europa.
Aunque alguno puede que disfrutara con la oscuridad reinante en Bercy y las historias románticas -de las que ya no quedan- que vivimos con Jack Sock en 2017, la de Khachanov en 2018 o la de Rune en 2022, lo cierto es que este Masters 1000 era el que menos focos recibía de todos. Casi como si realmente no fuese un torneo de categoría 1000. Con su renovación, se invita al optimismo.
La Defense Arena es un pabellón que permitirá a la Federación Francesa mirar a la misma altura al resto de sus “hermanos”. Con una Central para 17.500 espectadores, se gana en lujo, comodidad y otorga aires renovados a un torneo que pedía a gritos una nueva cara. Para empezar, y puede que esto sea lo más importante, se podrán repartir los encuentros en cuatro pistas, en lugar de dos, lo que hará que se puedan jugar más partidos repartidos en distintas canchas y no se termine la jornada a las dos de la mañana. El día que Sinner se bajó del torneo por no tener suficiente descanso les puso la cara lo suficientemente colorada como para avanzar este cambio.
Así se construyó la nueva pista del Masters 1000 de París.
Hipnótico. pic.twitter.com/qJQUjFtDmQ
— José Morón (@jmgmoron) October 24, 2025
El Masters 1000 de París corría el riesgo de bajar de categoría
Lo dijo Cedric Pioline, director del torneo, hace no demasiado. “Había riesgo de bajada de categoría”, confirmó, si no se producían cambios de manera urgente. La ATP ha endurecido sus requisitos desde que varios de los Masters 1000 han pasado a ser de dos semanas. París esta en clara desventaja y la imagen que dejó el torneo en los últimos años fue más que preocupante.
Con su mudanza a La Defense Arena, París gana en valor y podrá decir con orgullo que no hay Masters 1000 con una capacidad tan grande en cuanto a su Central, superando la de Indian Wells. Los 17.500 de la nueva sede supera los 16.100 asientos de Indian Wells y ve cómo solo la Arthur Ashe es mayor que ella en todo el circuito (más de 23.000).
Esto provocará que el torneo logre un récord de venta de entradas, seguramente, con unos precios populares para toda la semana y no referente solo a las primeras rondas. Mientras que en otros torneos de Masters 1000 es normal ver precios que superan los 200 o los 300 euros para sus finales, París ha puesto a la venta precios que rondan los 50 euros para el último domingo de competición, accesible para todo el mundo.
De hecho, para la jornada de octavos de final, donde ambos lados del cuadro disputarán sus encuentros el mismo día, las entradas van desde los 22 euros a los 45. Unos precios que casi parecen irrisorios para poder ver a Sinner, Alcaraz y el resto de los mejores del mundo.
Este cambio cuenta con la aprobación de los jugadores, que ven con buenos ojos la nueva localización. “Es impresionante”, decía Carlos Alcaraz sobre La Defense Arena. “Todo es mucho más fácil para nosotros. Estoy muy feliz con el cambio”. Y es que, además de este cambio, el cuadro de 56 jugadores y de una semana de duración conquistará el corazón de los más clásicos, que abogan por Masters 1000 de una semana de duración. Más corto, más directo y más partidos interesantes en el mismo día.
Quedará por ver cuánto ayudan los tenistas a que el primer año sin Bercy sea recordado con cariño por parte de los espectadores. A nosotros nos seguirá costando olvidarnos del nombre de Bercy cuando hablemos del Masters 1000 de París. Esperemos que La Defense Arena termine asentándose en nuestra mente de igual o mejor forma y que Bercy quede como un romántico recuerdo del pasado tenístico.
