Probamos el Porsche Panamera GTS, el coche que me compraría si buscase una berlina deportiva con potencia lógica sin necesidad de hibridación y sobrepeso

El Porsche Panamera se vende actualmente en 7 versiones diferentes, con un abanico de potencia que va desde los 354 CV del Panamera «a secas» a los descomunales 782 CV del Turbo S E-Hybrid que combina motor V8 con un sistema híbrido y un motor eléctrico.
Es un tópico eso de que en el equilibrio está la coherencia, pero esta versión Panamera GTS lo demuestra. Es la versión que pone el equilibrio perfecto entre el lujo de una gran berlina y la agilidad que buscas de un deportivo nacido en Stuttgart. También pone equilibrio en la potencia y la tecnología que emplea, ya que en él no hay hibridación y bajo su sugerente capó se esconde un motor 4.0 V8 biturbo de 500 CV.
Como sabemos, la versión GTS mantiene la silueta elegante y estilizada del Panamera adornada con detalles específicos para realizar su deportividad. Los elementos en negro, las llantas monotuerca o los escapes deportivos con colas en color negro son lo más visual, pero dentro encontramos combinación de elementos de Alcántara, piel y detalles también en rojo a juego con el color de su carrocería.


Más allá de eso, el Panamera GTS cuenta con ajustes específicos en motor, chasis y acabados que buscan ante todo una respuesta más inmediata, una sensación más directa y unas posibilidades dinámicas más acordes a lo que esperas encontrar en un Porsche GTS, con un toque deportivo más notable que en otras de las versiones disponibles.
Contenido
Características técnicas: gasolina pura y suspensiones específicas
El Panamera GTS monta un motor V8 biturbo de 4.0 litros que entrega 500 CV y un par máximo de 660 Nm. Va asociado a una transmisión automática de ocho relaciones y tracción total, una combinación pensada para ofrecer aceleraciones fulminantes y tracción intachable.
No hay rastro de hibridación. Ni siquiera micro hibridación como ocurre en otras versiones del Panamera para conseguir las etiquetas ECO y CERO. Aquí se luce con orgullo una etiqueta C de la Dirección General de Tráfico, y esa es sin duda una de sus claves, como veremos más adelante.


Pese a medir 5 metros de largo y pesar 2.140 kilos, el Porsche Panamera GTS consigue unas cifras de rendimiento superiores a las que la mayoría de los mortales pueden experimentar alguna vez en carretera abierta. Hace 0 a 100 km/h en 3,8 segundos (con el paquete Sport Chrono que lleva esta unidad) y la velocidad punta supera la barrera de los 300 km/h, quedándose exactamente en 302 km/h.
Todo ello va acompañado de una puesta a punto de chasis también específica, ya que el GTS monta la suspensión neumática de dos cámaras y dos válvulas de serie, que incluye el sistema PASM (Porsche Active Suspension Management) con una puesta a punto muy deportiva.
La carrocería se sitúa 10 milímetros más baja e incluye barras estabilizadoras reforzadas para una experiencia de conducción más directa, con una menor elasticidad de muelles en la configuración básica.
Diseño exterior


El diseño exterior siempre ha sido uno de los puntos fuertes del Panamera. Frente a otras berlinas de lujo, el Panamera es sin duda el que luce un aspecto más deportivo y en esta versión GTS se presenta ancho, bajo y con una silueta que le aporta agresividad sin caer en estridencias.
En esta tercera generación del modelo, todo en su carrocería parece más armonioso, más equilibrado, menos exagerado, pero al mismo tiempo consigue esa presencia imponente que solo los grandes coches logran transmitir.
Las ópticas delanteras menos redondeadas con carcasa oscurecida, están marcadas por cuatro segmentos de luz de los faros delanteros HD Matrix LED con disposición plana y paralela al suelo, los cuales enfatizan su semblante contundente y asentado sobre el asfalto.
El paquete Sport de serie incluye elementos específicos de la carrocería en negro satinado mate
El capó de formas muy marcadas termina en un paragolpes delantero rediseñado en el que la toma de aire sobre la matrícula realza su aspecto deportivo, mientras en los laterales encontramos otras tomas de aire también de generoso tamaño.


No es solo diseño, también son las encargadas de guiar aire hacia el motor V8 y los frenos para que estén bien refrigerados. Frenos que se albergan, con sus pinzas de color rojo, en las llantas monotuerca Turbo S de 21 pulgadas, espectaculares.
Los faldones y los bajos específicos del GTS aportan deportividad visual con su contraste de color, las carcasas de los retrovisores exteriores o las manillas de las puertas en negro, marcan su estilo.
Desde los laterales, la línea de cintura desciende muy suavemente hacia la zaga, lo que confiere esa mezcla entre berlina y coupé que caracteriza al Panamera. Las puertas tanto delanteras como traseras no tienen marco, dejando claro que quiere ser un Coupé pese a ser una berlina grande.
La zaga es quizá donde más se ve la intención deportiva: el portón alberga la línea de luces oscura específica de los GTS, con las letras PORSCHE dispuestas en posición muy visible. El difusor pronunciado, las dos salidas de escape color cobre a cada lado y el alerón activo que surge y se esconde según velocidad o necesidad abriéndose hacia los lados, hacen el resto.
Interior sobrio y contundente
El interior del Panamera GTS es una mezcla de ergonomía orientada a la conducción y lujo medido, con el característico estilo Porsche en muchos aspectos. Los asientos deportivos con ajuste de 18 posiciones permiten adaptarlos a cualquier circunstancia: brazan lo suficiente sin llegar a ser incómodos y sostienen el cuerpo cuando la carretera se tuerce.
Los materiales son buenos, con piel en algunas zonas, inserciones en microfibra o el tapizado Race-Tex, con tacto semejante al ante. Este tejido cubre el techo, los reposabrazos y los paneles de las puertas, así como las secciones centrales de los asientos deportivos.


Todo transmite sensación de coche caro y pensado para durar, y frente a otros Porsche como el Macan eléctrico, destaca que en este no hay presencia excesiva de plásticos que ensombrezcan el conjunto.
El puesto de conducción permite conseguir la posición de conducción que esperas en un Porsche: volante perpendicular al suelo, trasero muy bajo, los mandos esenciales a mano y un cuadro digital configurable que prioriza la información que el conductor necesita en cada momento.
El espacio para las plazas traseras es más que generoso, y la sensación de amplitud es destacada pese a que la forma de las ventanillas traseras simulan las de un coupé. Los ocupantes del las plazas posteriores disfrutarán de una experiencia similar a la de los ocupantes de las plazas delanteras, ya que atrás hay dos asientos casi individuales que agudizan su deportividad.


La tecnología de infoentretenimiento es moderna, con pantallas claras y conectividad completa. El resumen: un interior que entiende que el propietario busca lujo y rendimiento a partes iguales sin caer en una digitalización excesiva, como demuestra el hecho de mantener mandos físicos para la climatización o el volumen de la radio, igual que en el volante multifunción.
Además, y a juego con el color de la carrocería, esta unidad de pruebas montaba el paquete interior GTS en rojo Carmín, en el que las costuras y los cinturones de seguridad vienen en ese color seleccionado.
El sistema de sonido Bose y el paquete Sport Chrono con cronómetro y función push-to-pass en el volante son de serie en esta versión GTS.
Cómodo y directo en un viaje por carretera


Viajar en un Panamera GTS es la mejor forma de entender su doble naturaleza, y nosotros pudimos hacer un Madrid – Vigo – Madrid en él como primer plato de esta prueba.
En un primer momento asusta un poco el ir sentado tan bajo, con el trasero casi rozando el asfalto, ya que crees que puede penalizar el confort. Pero os aseguro que para nada es así. En autopista a velocidades legales el coche se comporta con nobleza, y tienes en todo momento una brutal sensación de control.
La suspensión adaptativa filtra baches, el aislamiento sonoro es buenísimo pese a que siempre hay un nivel de intensidad superior de la sonoridad mecánica para realzar el posicionamiento deportivo al ser un GTS. Dudas resueltas, la ergonomía de los asientos evita el cansancio incluso tras muchas horas disfrutando de él.
Podemos considerarlo un coupé de cuatro puertas que permite viajar con familia y maletas sin renunciar a sensaciones intensas
La autonomía y el consumo, en un V8 biturbo de este calibre, dependen mucho del ritmo, pero en crucero estable el Panamera puede mantener consumos razonables para su tamaño y potencia. Al menos, a mi me parece que 11,3l/100 km es un consumo razonable para un viaje en autovía a ritmo normal con un coche de este calibre.


La estabilidad a alta velocidad es intachable y transmite ese tacto tan especial que solo encuentras en los Porsche, con una conexión única con el conjunto que engancha.
Los 660 Nm de par del motor te permiten, junto con la caja de cambios automática de 8 velocidades, subir los puertos de montaña al ritmo que quieras, aunque yo recomiendo hacerlo (de vez en cuando) manteniendo el motor por encima de las 6.000 RPM para disfrutar de su canto inigualable.
En todo momento la dirección se mantiene firme y a través del aro de volante tienes la sensación de que el coche está “pegado” al asfalto. Es magnífico en este sentido y viajar en él es todo un placer.
Un auténtico Porsche en curvas


Todo lo anterior podíamos esperarlo de una berlina de cinco metros de largo como el Panamera, pero lo que cuesta creer es su rendimiento cuando llegan las carreteras de curvas.
Pude conducir el coche largo y tendido por algunas de mis en carreteras reviradas favoritas de las Rías Bajas, con asfalto cambiante, cambios de rasante, humedades, hojas sobre el asfalto, zonas sombrías, y el GTS brilla con una mezcla de aplomo y respuesta que raramente encuentras en una berlina de su peso y tamaño.
En la entrada en las curvas el equipo de dirección, es preciso y directo, y en los modos Sport ofrece información suficiente para juzgar la trayectoria y colocar el coche con exactitud por donde quieres.


Tienes la sensación de estar conduciendo un coche más pequeño, más ligero y más deportivo de lo que realmente debería ser este. Sin duda en los modos más deportivos la precisión y la rapidez de respuesta son de coche deportivo.
Cuando entras en las curvas con una trayectoria definida, el coche se apoya y la transferencia de pesos está medida para no provocar sorpresas. Los sistemas activos con barras estabilizadoras activas, suspensión adaptativa y amortiguación variable, hacen que el Panamera mantenga la carrocería muy plana al enlazar curvas consecutivas.
En trazados rápidos se siente vivo, con una compostura que permite mantener buen ritmo sin llegar a incomodar a los ocupantes. En curvas lentas y exigentes el GTS muestra su músculo con una tracción magnífica gracias a la distribución de par y la tracción total: la salida de curva es potente, inmediata, y da la sensación de empuje controlado en vez de derrape desordenado, aunque siempre notas que empuja más de detrás que de delante.
El botón en la parte inferior derecha del volante activa durante 20 segundos su configuración más deportiva, por si tienes que hacer un adelantamiento o una incorporación rápida a una autopista
Todo ello acompañado por uno de los puntos fuertes en Porsche, que es la frenada. El Panamera GTS cuenta con un equipo de frenos formado por gigantescos discos delanteros de 390 mm y traseros de 365 mm.


Me encanta sentir que puedes dosificar a tu antojo la intensidad de frenada aplicando más o menos fuerza sobre el pedal. No hay ningún retraso en la respuesta ni rastro de regeneración como sí ocurre en la mayoría de las berlinas electrificadas.
Aquí se frena con contundencia y ofrece una dosificación que invita a apurar sin perder confianza. Hay mordiente y resistencia a la fatiga, lo que permite enlazar muchas curvas con seguridad y consistencia. Es un Porsche y se comporta como tal.
Mención aparte merece su prodigiosa mecánica. El V8 biturbo entrega una curva de par generosa, con 660 Nm de par mecánico real empujando desde muy abajo asegurando cualquier reducción y aceleración como una experiencia inmediata.
La entrega es lineal en baja y explosiva en el rango medio-alto: con el modo Sport o Sport Plus se acentúa la respuesta del acelerador y el sonido se vuelve más presente, con gorgoteos de esos que erizan el vello y haciendo que en una carretera de montaña no quieras bajarte de él.
Sinceramente me parece prodigioso como un coche de más de cinco metros de largo y con 2.140 kilos de peso como declara este Panamera GTS, es capaz de moverse con un motor tradicional, de esta potencia y sin hibridar. ¿Alguien necesita complicarse más la vida? No salvo que necesites impetuosamente una etiqueta ECO o CERO para poder acceder diariamente a tu casa o puesto de trabajo.
Lo más sorprendente es cómo el Panamera GTS permite dosificar la agresividad: puedes tender a una conducción muy viva sin convertir el habitáculo en una experiencia extrema y, si cambias a modos más suaves, recuperar confort para los acompañantes. Y todo ello va acompañado por una conexión emocional y real entre la mecánica y quien lo lleva.
Una conexión pura, en la que la electrónica solo está presente como espectadora y o como parte activa. Cuando las carreteras se vuelven retorcidas, el GTS ofrece esa sensación de coche “humano”, en el que sabes que cualquiera de sus reacciones dependen de tu pie derecho y de los movimientos de tus manos.
Para alguien que busca disfrutar conduciendo sin sacrificar prestaciones ni comodidad, el Panamera GTS es una opción que emociona y que, además, lo hace con clase sin recurrir a modernidades como la hibridación. Si este coche además tuviese un cambio manual, me atrevo a adelantar que en unos años se convertiría en pieza de coleccionista.
Valoración final y precio del Porsche Panamera GTS


Lo que más me ha gustado de este Porsche Panamera GTS es la entrega natural de su motor V8, la conexión directa que sientes con la mecánica y que, como buen Porsche, cuenta con chasis que permite llevarlo como un deportivo de raza sin renunciar al confort de marcha o a la usabilidad diaria. Ofrece exactamente lo que promete: un comportamiento de deportivo con la practicidad de una gran berlina.
El Porsche Panamera GTS tiene un PVP recomendado de 197.634 € pero, como siempre ocurre en la marca alemana, hay multitud de opciones de equipamiento y personalización que pueden elevar esa cifra con facilidad, dependiendo de hasta qué nivel de exclusividad quiera el cliente.
No es ni el más ni el menos potente de la gama actual Porsche Panamera. No es ni el que más gasta ni el que menos gasta. No es ni el más barato ni el más caro. Simplemente es el Porsche Panamera GTS y me parece que es una opción muy sensata y racional para quien busque la deportividad de un Porsche sin renunciar a la comodidad y practicada de una berlina de cinco metros. Ah, y sin meterse en líos de hibridación y sobrepeso.