Un hombre se compró un Tesla Model 3 atraído por la red de Supercargadores. Tesla le impide utilizarlos

Uno de los mejores argumentos de venta de Tesla es su red de Supercargadores. Es extensa, con más de 70.000 cargadores en todo el mundo, cubriendo toda Europa y todos los Estados Unidos. Y además, es fiable, tanto que se ha convertido en el punto de carga por defecto de conductores con coches de otras marcas.
Esto es lo que llevó a Daniel Boycott a comprarse un Tesla Model 3 de segunda mano. Salvo que nunca llegó a poder usar los Supercargadores de Tesla. ¿La razón? Tesla considera que su Model 3 no es compatible con la red de Supercargadores Tesla.
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Baterías y coches de segunda mano
Daniel Boycott compró su Tesla Model 3 de segunda mano en un compraventa del área de Chicago La prueba de conducción fue bien y se marchó con su coche en perfecto estado aparente. Unos días más tarde, se dirigió a una estación Tesla Supercharger para rellenar la batería: “Ahí fue cuando descubrí que no funcionaba. Probé en varias estaciones. Simplemente no funciona”, asegura Daniel a NBC News.
Lógicamente, se puso en contacto con Tesla, que le informó de que su coche no era compatible con la recarga rápida, ya que se trataba de un vehículo accidentado. “Me dijeron que estaba en buen estado y les creí”.


A posteriori, Daniel miró el historial del coche en Carfax. El informe no indicaba que el coche fuera siniestro total y que había sido recuperado. Solo indicaba un “accidente menor”, pero las fotos de los daños hacían que pareciera bastante grave. Para colmo, un técnico de Tesla le dijo que la reparación había sido de mala calidad. En todo caso, Daniel Boycott considera que “era lo suficientemente grave como para que lo señalaran”.
Desde Tesla, le explicaron que conectar un coche dañado a los potentes supercargadores es un problema de seguridad. El resultado es que no puede hacer largos trayectos y sólo puede usar cargadores lentos, de 22 kW o menos.
En todo caso, a nivel legal, como han confirmado las autoridades del estado, el coche no ha sido siniestro total, pero en Tesla sí consideran que se trata de un siniestro total que ellos no han verificado ni reparado y por ende no puede usar los Supercaragdores por seguridad.
Tesla propone inspeccionar el vehículo una vez reparado para volver a autorizarlo en la red. Coste de la operación: 2.000 dólares (unos 1.700 euros). A esto hay que añadir las reparaciones, estimadas en 8.000 dólares (cerca de 6.900 euros), lo que supone un total de unos 10.000 dólares para recuperar el acceso a las estaciones de recarga rápida. “No quiero pagar tanto por un coche que ya he comprado”, se lamenta.
Es una práctica habitual en Tesla, la de no dejar usar sus supercardores a modelos de Tesla que en algún momento han sido declarados siniestro total y no han pasado una inspección en Tesla.
Tesla es la única compañía que impide la carga de un coche que ha sido declarado siniestro total y reparado, al menos en EEUU. Recordemos que el hecho de que un coche haya sido declarado siniestro total no implica que no se pueda reparar y no sea seguro. Sólo indica que el seguro no consideró rentable pagar por su reparación. Y en EE.UU. las aseguradoras declaran con facilidad siniestro total a los coches eléctricos por miedo a tener que cambiar la costosa batería.
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Imágenes | Tesla, DS