En Yellowstone Ski Club esquías sobre la caca de Bill Gates. Ahora Big Sky también quiere la de sus millonarios

Si en alguna ocasión logras deslizarte por las pistas de la estación de esquí del Yellowstone Club (algo harto complicado puesto que funciona como una sociedad privada solo para millonarios que quieran pagar la altísima cuota anual), podrías decir que estas esquiando sobre la caca de Bill Gates, Justin Timberlake o Jessica Alba, que son algunas de las exclusivas figuras con acceso.
Y es que realmente la nieve artificial de esta estación de esquí se hace con aguas residuales de los residentes y mansiones del Yellowstone Ski Club, pero antes de meterla en las tuberías, se hace un profundo tratamiento que hace que incluso pudiera beberse. Nada que no veamos hoy en día en muchas ciudades como Barcelona, donde actualmente el 25% del agua es reutilizada y se quiere alcanzar el 75% para 2050. Pero en una estación de esquí en Norteamérica esto solo ocurre en esta de Montana y un puñado más en otros estados.
Pero ahora su vecina Big Sky ha anunciado que también va a implantar esta tecnología y que también será de ‘caca de millonario’. Y es que se usará el agua reciclada de su exclusivo complejo residencial Spanish Peaks Mountain Club, que tiene su propio telesilla y algunas pistas para los propietarios de estas segundas residencias.
Antes de seguir, hagamos un receso para explicar brevemente qué es Big Sky. Aunque Montana nos trae a la imagen mucha nieve y montañas y hay un buen montón de estaciones de esquí, la realidad es que en todo el estado es Big Sky la que realmente vale la pena. Además es una de las mejores del país. Se formó a base de ir agrupando otros complejos invernales que ya estaban pegados a su area esquiable. Así en 2011 se quedó Moonlight Basin después de que ésta se declarara en quiebra un año antes. Y en 2013 el Spanish Peaks Club Mountain, un exclusivo complejo residencial con un puñado de pistas propìas y tres remontes, ‘enchufado’ a Big Sky con un telesilla.
Además de estas tres estaciones todas conectadas por pistas y remontes, está el Yellowstone Club, también accesible tanto esquiando como por telesilla, solo que a este solo se puede entrar si eres miembro de ese selecto club. Pero los de ese club si pueden pasar a Big Sky.
Ahora todo es Big Sky + Yellowstone Club. Hasta hace poco la mayor estación de esquí de los Estados Unidos.
Hace unos días Big Sky Resort anunció que se convertirá en la primera zona de esquí de acceso público en Montana en utilizar aguas residuales tratadas para fabricar nieve. Sigue así el ejemplo de su vecino, el Yellowstone Club, pero que en ese caso es de acceso privado, que lleva ya dos años con este sistema.
El agua que se utiliza será potabilizada. De hecho en el anuncio, un técnico de mantenimiento de remontes de Big Sky, bromeó diciendo que la nieve «pasa todo menos la prueba de sabor». La razón es que el agua utilizada se somete a un extenso proceso de recuperación y tratamiento en unas modernas instalaciones.
Según los responsables de Lone Mountain Land Company (empresa que gestiona la estación de esquí, algunos hoteles, aparcamientos, etc…), el agua residual se trata antes de ser liberada, pero al rociarla a través del equipo de fabricación de nieve, se vuelve a tratar, y cuando se derrite en primavera y entra en el suelo, se filtra una tercera vez ya de forma natural.
A pesar de las bromas, la seguridad es primordial. El Yellowstone Club, como parte de su permiso para usar el agua tratada, está obligado a colocar señales que adviertan a los esquiadores que no coman la nieve. Quizás algo así como: «Estás esquiando en pistas azules y negras aquí, no en marrones. Ayúdenos a mantenerlo así».
El plan de Big Sky, aprobado por el Departamento de Calidad Ambiental de Montana, es visto por muchos como un enfoque ideal para utilizar aguas residuales, especialmente a medida que el clima cambia y los inviernos se vuelven más secos en el Oeste.
El proyecto, llevado a cabo por el Spanish Peaks Mountain Club, utilizará algo más de 87 millones de litros de aguas residuales tratadas durante la fase inicial (eso son muchísimas tiradas de cadena de vater). En la segunda fase, el complejo planea utilizar hasta 167 millones de litros por año del agua de la comunidad de Big Sky: es decir, muchísima caca tirada por el retrete.
Según el comunicado de la empresa, esta reutilización del agua ofrece múltiples beneficios ambientales:
- Conservación del agua dulce: «Reutilizar el agua como nieve conserva el agua dulce de la que dependen nuestros ríos y la comunidad. Esto evita tomar agua limpia del río o de los acuíferos de agua potable.
- Impacto reducido: El uso de agua reciclada para hacer nieve reduce aún más el impacto ambiental en comparación con la liberación de aguas residuales municipales tratadas en los ríos.
- Recarga de acuíferos: La nieve compactada durará más tiempo en primavera y verano, agregando agua al acuífero durante un momento crítico y apoyando los flujos de la corriente más adelante en la temporada.
Varios grupos de conservación medioambiental, entre ellos Trout Unlimited, American Rivers, y la Greater Yellowstone Coalition, han elogiado el proyecto.
Según Big Sky, no están solos en esta práctica; cerca de una docena de otros centros de esquí en ocho estados, así como complejos en Canadá, Suiza y Australia, también utilizan agua tratada para la fabricación de nieve.
Sin ir más lejos en nuestra Sierra Nevada se propuso este sistema hace cinco años. Aunque no se ha vuelto a saber nada más de ese proyecto
Se intentó en Arizona Snowbowl pero una tribu india se negó
La práctica de utilizar agua residual tratada para la fabricación de nieve artificial fue objeto de una profunda controversia en Arizona, demostrando un conflicto latente entre el desarrollo turístico, las preocupaciones ambientales y el respeto a las tradiciones culturales.
Hace casi 20 años, estalló un conflicto entre una tribu india y los propietarios de la estación de esquí de Arizona Snowbowl, cuando se planeó el uso de aguas residuales recicladas para prolongar la temporada de invierno mediante la innivación artificial.
La controversia se creó por las profundas convicciones culturales de dos tribus indias locales. Juntas presentaron una demanda alegando que la práctica de rociar la montaña con agua reciclada profanaría un sitio que consideran sagrado. Para estas comunidades indígenas, la montaña representa un lugar de veneración, y el uso de aguas grises (aunque fueran recicladas) en ella constituía una falta de respeto a sus espíritus y tradiciones.
A pesar de las alegaciones culturales, la disputa legal culminó con la derrota de las tribus en los tribunales, lo que permitió que la estación de esquí siguiera adelante con sus planes.
Sin embargo, el incidente no solo puso de relieve el tema cultural. Durante el proceso legal, diversos grupos ambientalistas, como el Centro para la Diversidad Biológica, se sumaron al debate, planteando serias inquietudes sobre el posible impacto de la nieve fabricada con agua reciclada en la vida acuática local y los ecosistemas circundantes. El proceso legal también se falló a favor de la estación de esquí.
Y es que es precisamente el uso de aguas recicladas, una de las formas que se está buscando para reducir los enormes consumos hídricos, especialmente en Estados Unidos, donde en general la población no tiene ningún tipo de miramiento: construyen decenas de populosas ‘ciudades desierto’ con jardines perfectamente regados con vegetación de regadío, el aire acondicionado no se apaga nunca y las piscinas se rellenan sin pudor. Y es precisamente las iniciativas de estas empresas las que pueden dar ejemplo a las nuevas generaciones: “No es que la Tierra esté produciendo más agua, por lo que tenemos que usar eficazmente lo que tenemos”.
Big Sky tiene el mejor parque de remontes de los Estados Unidos