Alex González, guante inolvidable – Líder en deportes

Tal y como dijimos en la última entrega hoy vamos a hablar de Alex González, la otra gran figura venezolana que hizo su estreno en Grandes Ligas en 1998, para ser más exactos el 25 de agosto con el uniforme de los Marlins de Florida. Y vaya que tuvo un debut soñado. En ese compromiso, ante los Cardenales de San Luis en el Busch Stadium, su primer hit fue un cuadrangular ante el zurdo Donovan Osborne. Al año siguiente, claro, estuvo desde el inicio de la temporada y comenzó a escribir su historia.
Siendo novato disputó 136 compromisos, la cuarta cifra más alta dentro del equipo, y ligó para 277 con 14 bambinazos y 59 carreras impulsadas. Entre los novatos calificados de aquel año quedó segundo en hits con 155 y estuvo también en el Top 10 de los más jonroneros. Esa actuación le valió una convocatoria al Juego de Estrellas, curiosamente la única que recibiría a lo largo de su carrera. Claro que estuvo en la contienda 2003, en la que debutó Miguel Cabrera, y los Marlins se alzaron campeones de la Serie Mundial al vencer en seis juegos a los Yankees de New York.
Alex se mantuvo en Florida hasta la temporada 2005, en la que ligó para .264. Aunque su carta de presentación era su excelsa defensa, llegó a despachar 18 cuadrangulares en 2003 y 23 en 2004, empujando -en ambas contiendas- más de 70 carreras. En sus ocho zafras con Marlins consiguió 896 inatrapables, incluidos 81 bambinazos, y empujó 375 carreras.
En el 2006 pasó a los Medias Rojas de Boston y en 2007 estuvo con los Rojos de Cincinnati. En 2008 sufrió una fractura en la rodilla izquierda que le impidió ver acción. Reapareció en 2009 y, luego de 68 juegos fue enviado de vuelta a Boston, donde ligó para .284 en 44 compromisos, la mejor exhibición ofensiva de su carrera. Como patirrojo disputó su segunda postemporada, pero entonces solo llegaron hasta la Serie Divisional.
En 2010 dividió su tiempo entre los Azulejos de Toronto y los Bravos de Atlanta, equipo con el que un año más tarde disputaría su última campaña de 100 o más juegos. De ahí en adelante las lesiones mermaron mucho su carrera, que formalmente se extendió hasta 2014, cuando defendió por unos pocos juegos la camiseta de Tigres de Detroit. Al final se le contabilizan 16 campañas y 1609 juegos, en los que ligó para .245, conectó 157 jonrones y empujó 690 carreras.
1548 de sus 1582 juegos fueron en el campocorto, donde dejó un promedio de fildeo de .971 e hizo un total de 4.271 asistencias y 1.025 dobleplays, con apenas 193 pifias. Su agilidad y solvencia lo ayudaron a mantenerse en el tiempo y extender ese legado que en el pasado habían hilvanado Alfonso “Chico” Carrasquel, Luís Aparicio, David Concepción, Oswaldo Guillén y, por supuesto, Omar Vizquel.