la clave para doblegar a las marcas tradicionales es cuidar de los clientes

Los servicios postventa son esenciales para una marca de coches de cara a sus clientes: permite cumplir la garantía y asegura los repuestos y el correcto mantenimiento de los coches. Sin una red solida, incluso aunque un coche sea muy fiable, puede generar desconfianza y afectar la reputación de la marca.
Es un aspecto que puede frenar a los compradores europeos a lanzarse a comprar un coche chino frente a las marcas tradicionales, mucho más asentadas. China es ya el mayor exportador de coches del mundo, y se ha dado cuenta de que este respaldo es esencial para los coches que vende fuera de sus fronteras: a partir de enero de 2026 va a exigir licencias de exportación para sus coches eléctricos.
No solo fiables: también han de poder repararse sin problemas
En 2024, China exportó casi 5 millones de automóviles, de los cuales 1,65 millones fueron eléctricos. Es casi el doble de lo que vendió en otros países en 2022. Cada vez vemos más modelos chinos en nuestras carreteras: convencen por su precio competitivo para la tecnología y equipamiento que llevan.
Pero otra cosa es lograr fidelidad. Para esto es clave que el cliente disponga de un taller oficial cerca, ya sea para solucionar una avería o para hacerle un mantenimiento. O bien que un mecánico independiente pueda acceder a sus recambios rápidamente.
Licencias de exportación. El Ministerio de Comercio acaba de anunciar que, desde el 1 de enero de 2026 todas las marcas deberán contar con licencias de exportación para sus modelos eléctricos como ya ocurre con térmicos e híbridos. Según la normativa recién presentada, solo los propios fabricantes (o sus empresas autorizadas) podrán solicitar estas licencias para llevar sus coches a otros mercados.
La medida va dirigida a atar en corto a exportadores no autorizados que han estado enviando coches eléctricos a mercados extranjeros sin el respaldo de un servicio posventa. Así, esta nueva exigencia asegurará el soporte de garantía oficial y la disponibilidad de repuestos, evitando las malas experiencias de los clientes.
Esto exige a los fabricantes chinos a seguir el camino de las marcas occidentales, japonesas o coreanas, estandarizando sus procesos de exportación y garantizando la calidad de sus modelos. Todo con el objetivo de generar fidelidad manteniendo la confianza de los compradores.


El talón de Aquiles de los coches chinos. Que un coche pase lo menos posible por el taller es lo ideal: de ahí que los estudios o las encuestas de fiabilidad, como los de J.D. Power y Consumer Reports, sean tan importantes. También lo son las opiniones de expertos y mecánicos. En el debe de las marcas chinas precisamente está el acceso a las piezas de recambio. También de los centros postventa: son marcas en expansión, así que no siempre tienen un concesionario a la vuelta de la esquina.
Según Kike Ferrer, los modelos chinos que están llegando al mercado español son tan fiables como los japoneses. De ahí que ofrezcan generosas garantías, superiores a la obligatoria. Por citar las más vendidas, MG y Omoda ofrecen siete años y BYD ofrece seis años, además de ocho años para la batería. Pero su traba es la disponibilidad de recambios y la red postventa. Lo mismo opina Carlos Pérez, entrevistado por La Vanguardia: alaba igualmente la fiabilidad asiática en general, pero resaltando esta carencia de los chinos.
Un coche es la segunda mayor inversión de un hogar, más si cabe ahora con los precios por las nubes. De nada le servirá a BYD y MG vender coches como churros si en unos años los clientes se quejan del viacrucis que es su mantenimiento o arreglarlo en el taller.
Imágenes | MG, BYD
En Motorpasión | Este mapa te cuenta cómo se organizan las más de 100 marcas chinas que hay en el mundo, lo cerca que están de su gobierno y por qué no todas sobrevivirán