Por esto derrotó Alcaraz a Ruud y está en la final de Tokio
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El camino del samurái sigue yendo por la senda correcta. Carlos Alcaraz sufrió como nunca antes esta semana para avanzar a la final del ATP Tokio 2025, pero mostró agallas, fuerza de voluntad y casta de campeón para levantarse tras un horrendo final de primer set ante un muy competitivo Casper Ruud. La gran versión del noruego, aumentando su agresividad, pegando con convicción el revés y firmando muy buenos passings, amedrentó durante cierto tramo de partido al murciano, que activó su propio saque para resolver la encrucijada.
No fue un partido fácil, pero si algo está mostrando Carlos Alcaraz en tierras niponas es una elevadísima confianza en sí mismo. La renovada madurez encontrada en este 2025 le impulsa a su novena final seguida, entrando en territorio de los monstruos del Big Three, todo ello tras un duelo verdaderamente incómodo. La versión de Casper Ruud que saltó al Ariake Colosseum hubiese puesto en duda a cualquiera… pero Alcaraz, a pesar de haber perdido el primer set, desveló en rueda de prensa la clave por la que mantuvo la tranquilidad, no se dejó llevar por el marcador adverso y terminó firmando uno de esos triunfos que te reafirman en lo más alto del ranking ATP.
«Estaba jugando bien, así que la clave fue el decirme un par de cosas a mí mismo y tratar de jugar mejor desde ese entonces. Esa fue la clave: me tranquilicé a mí mismo, me calmé y empecé a verlo todo mucho más claro. A partir de ahí, fue a por ello. Tuve cuatro bolas de break en el primer set, así que sabía que iba a disponer de más oportunidades. Se trataba de mantenerme concentrado y todo lo fuerte que pudiera. Empecé a hablarme de manera positiva a mí mismo: esa fue la clave», señalaba con toda la tranquilidad del mundo el murciano.
Parece, desde luego, un mensaje y un resumen bastante acertado de todo lo vivido: Carlos se aceleró en sus ataques a finales del primer set, frustrado por no haber podido atrapar una de las cuatro oportunidades de romper el servicio del noruego, y un Ruud verdaderamente centrado y regular capitalizó el mínimo atisbo de duda para llevarse el primer set. En el inicio del segundo set, ocurrió justo lo contrario… y el resto es historia: con un nivel de tenis notable y un saque de sobresaliente, Alcaraz impuso su ley y avanzó a una final donde ya le espera su último verdugo.
TAYLOR FRITZ, UNA PEQUEÑA VENDETTA PERSONAL
Lo cierto es que Fritz se presenta como un desafío de altura para Carlos: le endosó su última derrota, en una Laver Cup donde el estadounidense se crece mucho, y también le incomodó bastante en unas semifinales de Wimbledon donde nos quedamos muy cerca de vivir un quinto y definitivo set. Por todo ello, Carlos es consciente de que deberá hacer pequeños ajustes para contrarrestar las acometidas del estadounidense, el segundo jugador con más victorias del año, solo por detrás de él mismo.
«Sé que está jugando a un gran nivel de tenis últimamente. En la Laver Cup lo demostró, frente a Zverev y frente a mí, y se siente muy cómodo y con mucha confianza en esta pista, con muy buenas victorias. Voy a intentar cambiar un par de cosas. Está claro que la velocidad de la pista y el ambiente son muy distintos a lo de San Francisco, pero va a ser un nuevo desafío para mí. Voy a intentar adaptar las cosas buenas que he hecho hoy y cambiar lo que no hice bien en la Laver Cup. Ha mejorado muchísimo y está claro que es un mejor jugador cada día que pasa. Ambos volamos juntos desde Estados Unidos, así que el primer día entrené contra él, lo que me da muy buena información en cuanto a cómo afrontar este partido».
Será un duelo de altos vuelos entre el número uno y el nuevo número cuatro del mundo, una oportunidad para tomar pequeña revancha y sumar un nuevo título en una temporada de ensueño. Preparen las palomitas y no parpadeen, porque la mañana de martes promete una nueva gran función del samurái Carlitos.
