25 septiembre, 2025

La FIS hará pruebas de género a las esquiadoras para certificar que son mujeres

La FIS hará pruebas de género a las esquiadoras para

La Federación Internacional de Esquí (FIS) también ha aprobado la introducción de pruebas de género a las corredoras para permitir su participación en todas sus carreras. Con esto, este organismo deportivo sigue los pasos de sus homólogos en atletismo (desde el 1 de septiembre) y el boxeo (desde 1 de julio), donde se imponen pruebas genéticas para sus competiciones internacionales, aunque están prohibidas en muchos países de la Unión Europea.

Por consiguiente, la FIS modificará su política de elegibilidad para sus competiciones masculinas y femeninas. Todas los atletas deberán someterse a pruebas. La FIS defiende una política de elegibilidad con base científica, añadiendo en un comunicado en su sitio web:

«Los requisitos de elegibilidad establecidos en la política se basan en la presencia o ausencia del gen SRY, el gen determinante del sexo que se encuentra en el cromosoma Y humano.

En esencia, solo las corredoras con SRY-negativas pueden participar en competiciones femeninas, protegiendo así el deporte de género.

Esta política es la piedra angular de nuestro compromiso con la protección del deporte femenino, y estamos convencidos de que solo hay una manera justa y transparente de lograrlo: basándonos en la ciencia y los datos biológicos».

Tras esta aprobación, la FIS pondrá en marcha un plan para implementar estas pruebas en todas las competiciones de esquí.

En atletismo, Caster Semenya, atleta que padece hiperandrogenismo (un exceso de hormonas sexuales masculinas en sangre), ha sido suspendida de la competición desde 2018 por la Federación Internacional de Atletismo (IAF) por negarse a reducir sus niveles de testosterona. Desde entonces, la sudafricana ha emprendido acciones legales contra el organismo, denunciando violaciones de sus derechos y alegando ser víctima de discriminación.

En boxeo femenino, la delegación francesa fue excluida del Campeonato Mundial de Liverpool, celebrado del 4 al 14 de septiembre por negarse a hacerse estas pruebas que en Francia están prohibidas. Allí el artículo 226-28 del Código Penal estipula que «buscar la identificación de una persona mediante huellas dactilares genéticas fuera de los casos previstos en el artículo 16-11 del Código Civil francés se castiga con un año de prisión o una multa de 15.000 euros».

En España tampoco son legales las pruebas de verificación de género para participar en nuestro país. La legislación española, tanto la Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte, como la propia Ley Trans, establecen la prohibición de discriminación por motivos de identidad y expresión de género, garantizando el derecho humano a la práctica deportiva sin verificación de sexo, aunque las federaciones deportivas puedan establecer sus propias regulaciones a nivel internacional, como la exclusión de atletas trans que hayan pasado la pubertad masculina, aunque estos protocolos no apliquen directamente al territorio español.

Schinegger: el único hombre que ha ganado en el esquí como mujer

Hasta ahora solo dos Federaciones deportivas internacionales pedían la prueba del gen SRY. La World Athletics (Atletismo) desde este pasado 1 de septiembre de 2025, y la de Boxeo desde el 1 de julio, también de este año. La FiS por tanto es la tercera aunque no es un deporte donde se hayan dado casos de corredoras transgenero participando en carreras internacionales o que hayan modificado resultados en competiciones regionales.

El único caso en el esquí se dio en 1966. Erika Schinegger, de Austria, ganó el primer Campeonato Mundial de la historia de la FIS, que se organizó en Portillo (Chile) ese año. Lo hizo como mujer, pero por una malformación que no se detectó en el nacimiento. La comadrona certificó que lo que tenía en sus brazos era una niña, y como tal fue criada  por sus padres.

Estas malformaciones orgánicas que hoy en día no se le escapan a ningún médico, se conocen con el nombre de intersexualidad, que no tiene nada que ver con la conocida transexualidad. En el caso de Erik, el niño nació con sus cromosomas XY, pero sus testículos, al haberse formado dentro de su cuerpo, no eran visibles y el escroto tenía más bien el aspecto parecido al de los labios púbicos. Además, nació con un pene minúsculo que se había formado hacia dentro y que llegó a ser confundido con un clítoris agrandado.

Aunque en su cabeza era un niño, nadie le comprendía y le criaron como una niña. El esquí se convirtió pronto en su única válvula de escape y aunque tenía intersexualidad, su fortaleza era el de un hombre, lo que le convertía en la más rápida siempre. A todos los podios donde llegó a subirse, era para recibir medallas de campeona y lo hizo como mujer, como Erika Schinegger. Hasta que llegó la pubertad y la testosterona ya no pudo ocultar esa tremenda masculinazación hormonal de Erika.

Nada más cumplir los 20 años, Erika se sometió a una operación que fue crucial para que de una vez se estableciera su verdadero sexo: era Erik.

Erika Schinegger, el único hombre que ha ganado un Mundial de esquí femenino

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