Hasta siempre querido “Buddy”

Dicen que “al buen entendedor pocas palabras” y ese es un refrán que le sentaba bien a “Buddy” Bailey, el arquitecto de la dinastía de Aragua, que falleció esta semana a los 68 años de edad. No necesitaba discursos largos, ni exposiciones efusivas, para explicar lo que necesitaba. Era puntual, regio, y -aunque dijo muchas veces que no pretendía ser amigo de sus peloteros- hoy deja un vacío enorme en todos los que pasaron por sus manos y se permitieron aprender sin cuestionamientos. Welby Shelton Bailey o simplemente “Buddy” hilvanó una carrera de 45 años y dejó una huella imborrable, tanto en las ligas menores como en Venezuela. Bobby Cox y Joe Torre, ambos miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, fueron sus mentores, y -sin lugar a dudas- deben estar más que complacidos con lo que le ayudaron a construir. Con apenas 26 años comenzó a formarse como técnico con Atlanta, equipo con el que estuvo de 1983 a 1990.
Después vinieron los Medias Rojas, equipo con el que estuvo 14 años en roles diversos y le permitió además llegar al Big Show en el año 2000 como coach de banca. Su última organización en EEUU serían los Cachorros de Chicago, con los que estaría durante 18 años. Bailey ocupa en ligas menores el tercer lugar de todos los tiempos en juegos ganados con 2419.
Bailey llegó a Venezuela para la campaña 2002-2003 y asumió el reto de dirigir a unos Tigres que no ganaban desde el 76. Aquella temporada no finalizó. Volvió al año siguiente y comenzó a escribir una de las historias más brillantes de nuestro beisbol. Los bengalíes vencieron a Caribes en seis juegos de la final y al año siguiente repitieron la dosis para sellar el bicampeonato.
En 2005 buscaban hacer historia, pero el Caracas se atravesó en el camino. Por estos días se hizo viral el vídeo en el que sale a felicitar a Carlos Subero tras el título, porque él era un caballero. Eso sí, una cuenta había quedado pendiente y él la saldaría al año siguiente. Los Tigres de Bailey fueron tricampeones, venciendo a Magallanes en la 2006-2007, a Lara en la 2007-2008, y a Caracas en la 2008-2009. Pero no solo eso. En 2009 guio a los Tigres también al título de la Serie del Caribe para convertirlos en apenas el cuarto equipo venezolano que conseguía tal cosa.
Los Tigres volvieron a la final en 2011 pero cayeron en siete juegos ante Caribes. Aún así Bailey insistió y consiguió un sexto título en la 2011-2012 para convertirse en el único mánager de la LVBP en lograr seis coronas con la misma franquicia. Además de Tigres, también dirigió a Tiburones de La Guaira en 2014 y 2015. Al final sumó 519 victorias y se convirtió en el primer piloto en arribar a los 500 lauros.
Sin lugar a dudas nació para ser un formador, irreverente, eso sí, dispuesto a cambiar al pitcher cuantas veces fuese necesario, aunque solo le faltara un out para aspirar a la victoria. Regio y sin contemplaciones, como quiera, inolvidable.
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