Fernando Alonso es piloto de Aston Martin en Fórmula 1, pero eso no le impide pasear al volante de un Ferrari clásico por las calles de Mónaco

Algunos pilotos de Fórmula 1 tienen muy buen gusto, al menos cuando se trata de sus coches personales. Probablemente, Lando Norris sea el que más porque su garaje es una auténtica maravilla, con clásicos de la talla del Ferrari F40, el Lamborghini Miura, el Shelby Cobra o el Porsche Carrera GT. A menudo, los conduce por Mónaco, la ciudad donde reside, y precisamente allí es donde otro piloto ha vuelto a demostrar que también tiene un excelente gusto: Fernando Alonso.
El español también vive en Mónaco y estos días se ha dejado ver por allí al volante de un precioso Ferrari 512 TR, concretamente pasando por la mítica curva de Loews, ante la atenta mirada de las cámaras de los spotters, que cada vez se concentran más en ese punto de Montecarlo para ‘cazar’ a los superdeportivos con sus objetivos.
La evolución del Testarossa
Sí, hace más de 10 años que Fernando Alonso dejó de ser piloto Ferrari y ahora es parte de Aston Martin F1, pero eso no parece ser un problema a la hora de conducir coches de otras marcas, igual que Lando Norris es piloto McLaren y se le ve a menudo al volante de su Ferrari F40.
El Ferrari 512 TR la evolución noventera del Ferrari Testarossa de los años 80, un brutal V12 que mantenía el icónico diseño del Testarossa, pero con ciertas mejoras, tanto por dentro como por fuera.
Cuando Ferrari lo lanzó en el año 1991, también aprovecho para apretar el V12 de 4.9 litros colocado en posición central y llevarlo hasta los 428 CV (en el Testarossa desarrollaba 390 CV).
Se fabricaron poco más de 2.250 unidades entre 1991 y 1994 y acabó dejando paso al 512 M, que fue la última evolución del Testarossa y perdió parte de la esencia de sus predecesores al quedarse sin faros escamoteables y sin las rejillas que cubrían los pilotos traseros.
Actualmente, el Ferrari 512 TR se cotiza en unos 200.000 euros en Europa, pero hay unidades a la venta con un precio mucho más elevado. El de Alonso es de color rojo y lleva una matrícula provisional, por lo que lo ha debido de estrenar hace poco.
No es la primera vez que Alonso conduce por Mónaco un coche exótico (más allá de sus Fórmula 1); a lo largo de los últimos meses se le ha visto al volante de su Aston Martin Valkyrie por las calles de Montecarlo y también se ha dejado ver con su Aston Martin Valiant, el capricho personal del piloto asturiano.
Es imposible saber cómo es el garaje del ovetense, pero ha vuelto a dejar claro que tiene que ser una auténtica maravilla, solo unos meses después de sorprendernos con el McLaren de Fórmula 1 de Ayrton Senna que regaló a sus padres. Ojo, tampoco sabemos si el Ferrari 512 TR es suyo o es prestado, pero queda claro que, sea de quien sea, lo está disfrutando.
Imagen | @monaco_luxurystyle (Instagram)