Esto dijo el exentrenador de Medvedev sobre su ruptura


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Todo tiene un principio y un final y la relación profesional entre Daniil Medvedev y Gilles Cervara terminó en este US Open. La pésima temporada del ruso, cayendo en las primeras rondas de Roland Garros, Wimbledon y US Open, y en la segunda del Open de Australia, sumado a sus reprobables comportamientos en pista, han llevado a poner punto y final a su relación con el entrenador francés.
Con él consiguió mostrar su versión más dominante, esa que hacía pasar un mal trago tanto a Rafa Nadal, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz o Jannik Sinner. Cuando Medvedev tenía el día era uno de los tenistas más peligrosos de los últimos años. Lo que le llevó a conquistar el US Open en 2021 y alcanzar el número uno del mundo.
Pero tras su bajada a los infiernos de esta temporada, el fin de la relación entre ambos era cuestión de tiempo y ocurrió después del lamentable espectáculo que Medvedev realizó ante Benjamin Bonzi. Unos días después de la separación, Cevara analiza en dos entrevistas con Tennis Major y L’Equipe los motivos, como vivieron las últimas semanas y cuando empezaron los problemas, así como el futuro de su ya expupilo y el suyo, aunque avanzamos que no tiene intención de dejar de entrenar.
En Wimbledon se puso un ultimátum
«Los resultados son el indicador del éxito profesional, e incluso la medida de la relación entre el jugador y el entrenador en el tenis. No habían sido satisfactorios durante algún tiempo. La pregunta es por qué, y llevo mucho tiempo dándole vueltas. Tras su derrota en primera ronda en Wimbledon este año, tuve la certeza de que, si los resultados no mejoraban durante el verano, algo tenía que cambiar. Ese ‘algo’ era la energía que rodeaba a Daniil. Así que teníamos que cambiar a las personas involucradas».
La conversación que tuvo con Medvedev para poner fin a su relación
«Hablé con Daniil después del US Open. Él mismo planteó la idea: ‘Después de ocho años, quizá sea hora de hacer algo diferente’. Le dije: ‘Escucha, en mi opinión, eso es exactamente lo que hay que hacer, porque no creo que pueda seguir exigiéndote que rindas al nivel que lo estás haciendo ahora mismo. Necesitas algo nuevo, algo diferente, para transformarte’”. La decisión le vino de forma natural. Obviamente, me siento triste porque se cierra una etapa. Pero son emociones normales y agradables. Cuando nos despedimos, la sensación fue ligera, en realidad. Pude hablar con Daniil y decirle con alegría: ‘Es una buena decisión, estoy seguro de que te irá bien, estoy seguro de que volverás a ganar’. Es bueno para él y para mí no quedarnos estancados».
Tras Cincinnati se preparó para este desenlace
«Hablé sobre ello con su agente en Cincinnati. Estaba preparado. Tras evaluar la situación con franqueza, no quería poner a Daniil en una situación comprometida, ni a mí mismo. Si le hubiera preguntado: ‘¿Crees que puedes seguir así?’, y él hubiera respondido ‘sí’, habría sido un riesgo, un riesgo enorme. Solo habríamos tenido tres meses para validar esa decisión. Por supuesto, se puede seguir trabajando bien mientras se esperan mejores resultados. Pero empezar una nueva temporada así es como tener una espada de Damocles sobre la cabeza: no hay margen para el error».
A partir del Open de Australia todo se vino abajo
«Los resultados son solo la parte visible de una realidad más amplia: su vida personal, su familia, su trabajo diario, sus objetivos, su equipo. En el ámbito visible, las cosas empezaron a ir mal después de Melbourne y nunca volvimos a la senda de la victoria. Pero, mirando atrás, quizá ya era demasiado tarde. Todos los intentos por revertir la situación fracasaron porque las causas profundas ya se habían arraigado. La energía y la estructura se debilitaron».
«De hecho, tras la salida de Gilles Simon del equipo tras el Open de Australia, intentamos reconstruir y empezar desde cero. En términos tenísticos, todo fue muy lento. No digo que ahora esté jugando muy bien, pero tiene recursos. Creo que con lo que va a poner en marcha, su nivel puede recuperarse rápidamente. Después de Australia, entramos en una fase de reconstrucción que se prolongó durante toda la temporada».
Confía en que resurga de sus cenizas
«Creo firmemente que todavía tiene lo que hay que tener, que pronto puede volver a brillar y alcanzar la victoria. Esa chispa se ha visto en algunos momentos este año. Pero no ha podido cerrar algunos partidos, por diversas razones. Es casi seguro que eso volverá a poner las cosas en su sitio. Muchos atletas, muchos tenistas, pasan por baches y se recuperan. Estoy seguro de que él es capaz, y que lo conseguirá. Si gana algunos partidos, puede volver a encenderse, como lo hizo después de Rotterdam 2023, donde llegó lleno de dudas y luego tuvo una temporada de alto nivel».
Ya piensa en su próximo jugador
«Necesito unas semanas de descanso y luego quiero volver al circuito, un nuevo proyecto en el que puedo revivir todo esto, dar a un jugador lo que necesita, un proyecto que alimenta mi deseo de guiar a alguien hacia grandes logros. Quiero sentir que estoy hecho para esto».
La lección que aprendió tras más de ocho años con Medvedev
«Lo que aprendí es, en esencia, una confirmación. Todo, tanto lo bueno como lo malo, es una forma de mejorar, de encontrar soluciones, de aprender sobre mí mismo. Este último período me enseñó que, si hubiera abordado los problemas que vi al principio de otra manera, podría haber cambiado el curso de los acontecimientos comportándome de forma diferente. La próxima vez que se presente una situación similar, me posicionaré de otra manera», sentencia un Gilles Cervara que vivió con Daniil Medvedev su subida al olimpo y su caída a los infiernos.