no tenía carnet… y llevaba kilo y medio de cocaína en el maletero
Hace ya más de tres años que la DGT endureció las sanciones por usar el móvil al volante de un vehículo. Pero lejos de escarmentar, los conductores siguen cometiendo esta infracción. Incluso más.
Fue el motivo que llevó a la policía a parar a un automovilista en Benidorm el pasado fin de semana: el conductor circulaba mientras hacia una videollamada. Acabó detenido, aunque no fue por utilizar indebidamente el móvil.
Una videollamada que podría llevarle a la cárcel
Ocurrió de madrugada. Una patrulla de la Policía Nacional detectó una conducción algo errática de un coche: al fijarse en su interior, observaron que el conductor estaba haciendo una videollamada. Una actitud más peligrosa que una llamada de voz sin usar el manos libres, ya que implica mirar la pantalla del teléfono.
Los agentes nacionales le dieron el alto, sin éxito. Así que dieron el aviso y se lanzaron en su persecución. Más adelante una patrulla de la Policía Local de Benidorm le cerró el paso. Entonces entendieron el motivo de que no se detuviera.
El conductor de 51 años, según informaron los agentes y recoge el medio local Todo Alicante, se mostró bastante nervioso. Respondía con voz temblorosa y notaron que sudaba copiosamente. Además de haber utilizado el móvil, circulaba sin tener el carnet de conducir. Pero ambas faltas de tráfico no eran el verdadero motivo de su nerviosismo.
Recelosos, los agentes registraron el coche y dieron con un recipiente «con una sustancia sospechosa». Resultó ser cocaína: nada menos 1.470 gramos. Casi kilo y medio. Así lo determinó la prueba química preliminar. Una segunda patrulla acudió al lugar con dos perros policiales de detección de drogas, pero no encontraron más estupefacientes ocultos en el habitáculo.
700 euros en multas y 10 puntos menos. Las dos sanciones de tráfico que le han impuesto no son menores: 200 euros por conducir sujetando el móvil con la mano y 500 euros por circular sin carnet. Se añade la resta de seis puntos y cuatro puntos respectivamente. Pero por lo que acabó detenido en comisaria fue por un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas.
De momento se le ha puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Benidorm, pero dada la cantidad le será complicado defender lo contrario. Se arrepentirá de esa videollamada al volante toda su vida: la pena por tráfico de drogas contemplada en el Código Penal es de prisión de tres y seis años, además de una elevada multa, que puede verse agravada dependiendo del caso y de los antecedentes.
Imágenes | Policía Nacional/Policía Local de Benidorm, Motorpasión
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