uno acaba de venderse por lo que cuesta un Toyota Corolla o un CUPRA Formentor

Hace justo 40 años, Domino’s sorprendió al mundo encargando 10 triciclos futuristas Tritan A2 para repartir pizzas calientes en mercados de prueba en EEUU. Con su aspecto de nave espacial salida de ‘Futurama’, eran monoplazas de tres ruedas, carrocería de fibra de vidrio y una gran cúpula deslizante en lugar de puertas.
En la parte trasera, donde normalmente habría un asiento, Domino’s instaló un calentador especial para mantener las entregas a temperatura ideal. Ahora, uno de aquellos rarísimos triciclos Tritan A2 se ha vendido por lo que cuesta un coche nuevo de gama media-alta.
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El 18 de agosto, una de estas unidades (la número 7) se vendió en Bring a Trailer por 45.000 dólares, o unos 41.500 euros. El coche, con apenas 40 millas en su odómetro (unos 64 km), conserva tanto su motor original rotativo Savkel de 440 cc como la mecánica actual, un bicilíndrico Predator de 670 cc con transmisión CVT. Eso sí, ya no lleva el calentador de pizzas, retirado antes de que Domino’s se deshiciera de la flota.
Para ponerlo en contexto, hablamos de un precio similar al que cuesta estrenar en España un coche nuevo como un Toyota Corolla Touring Sports Hybrid o un CUPRA Formentor con motor de 150 CV, por citar un par de ejemplos. Así, por lo mismo que cuesta un familiar híbrido o un SUV compacto de diseño deportivo, un coleccionista se ha llevado a casa este peculiar triciclo pizzero de los años 80.
De rareza excéntrica a pieza de colección
El Tritan A2 nació en 1984 de la mano de Douglas Amick y su empresa Tritan Ventures. El modelo derivaba del Tritan Aero 135, un prototipo que logró un coeficiente aerodinámico de apenas 0,135, una cifra impresionante incluso hoy. Domino’s compró las diez primeras unidades, todas con el llamativo kit de decoración corporativa en rojo, blanco y azul.


Construido sobre un monocasco de fibra de vidrio ultraligero, el Tritan A2 estaba homologado en EEUU como motocicleta, lo que explica su configuración de tres ruedas y ciertas limitaciones de uso. En el interior montaba un asiento procedente de un Renault, mandos muy básicos y un parabrisas de gran curvatura que en algunos ejemplares ya muestra grietas. Pero su mayor seña de identidad era la aerodinámica: además de la cúpula deslizante, incorporaba un enorme alerón trasero en forma de aro que parecía sacado de una nave espacial.
Una extravagancia con sabor a los siempre excesivos años 80
No es la primera vez que un Tritan A2 de Domino’s se subasta. En 2018, otra unidad se ofreció en Facebook Marketplace por 23.000 dólares, y en 2023 otra alcanzó los 25.500 dólares en Bring a Trailer. El precio alcanzado ahora, casi el doble, confirma el creciente interés de coleccionistas y fanáticos de la cultura pop por estos microcoches únicos.


Aunque en su día resultaron poco prácticos (repartir pizza en un monoplaza con cúpula debía ser precisamente cómodo), el Tritan A2 simboliza la mezcla de ingenuidad y atrevimiento de los años 80. Cuatro décadas después, esa excentricidad de Domino’s se ha convertido en un objeto de culto que puede alcanzar en subasta el mismo valor que un coche nuevo en el concesionario.
Imágenes | Bring a Trailer