18 octubre, 2025

El primer entrenador de Carlos Alcaraz revela por qué dejó de entrenarle

Carlos Santos junto a Carlos Alcaraz en sus primeros pasos. Fuente: Punto de Break

Streaming Challenger Guangzhou en directo

🎾 Tristan Schoolkate vs Hugo Grenier

* Ver y apostar en este partido en directo aquí.

De todas las etapas por las que pasa un tenista profesional, dicen que la más importante es la primera, aquella donde el jugador aprende a golpear, a moverse, a coordinarse y a construir una mentalidad que le permita convertirse en profesional. Todos los cracks tuvieron un primer entrenador, una figura que no siempre recibe el reconocimiento que merece. En el caso de Carlos Alcaraz, ese papel lo cumplió su tocayo Carlos Santos (Cartagena, 1981), protagonista en la sombra que ha querido desactivar el perfil bajo con la publicación del libro ‘ALCARAZ: La forja de un campeón’.

Como cada libro de tenis que emerge en nuestro país, apenas tardé unos días en hacerme con un ejemplar y devorarlo. ¿Recomendable? Bastante, ya que ofrece una metodología particular para trabajar con niños pequeños, con el valor añadido de que ese ‘niño pequeño’, en este caso, acabó siendo el Nº1 más joven de la historia. Las pistas exteriores del Mutua Madrid Open son el lugar escogido para reunirme con Carlos, el autor de la obra, en todos los sentidos. Una persona tranquila, satisfecha de la labor que realizó, aunque sus páginas revelen una herida que no está bien cicatrizada.

¿Costó mucho escribir el libro?

Al principio sí, me costó un poco, sobre todo a la hora de recordarlo todo, así que me basé mucho en las fotos. Empecé a coger fotos y vídeos, las tengo todas ordenadas por fecha, el problema es que no tenía mucho tiempo, entonces paraba. Luego retomaba y repetía algunas cosas, eso fue lo más difícil, no poder hacerlo con tranquilidad y del tirón.

Ha tenido una gran acogida.

La gente comenta cosas del libro, varias personas me han comentado que les ha gustado, que lo ven interesante de cara a la familia y los chavales que juegan al tenis, esto es lo que más me gratifica.

Es algo exclusivo, esa etapa solo la puedes contar tú.

Sobre todo en esa etapa desde los 5 añitos hasta los 12, ahí me dedicaba en cuerpo y alma a Carlitos, pero no solo en lo referente al tenis, también en la preparación física, la nutrición, viajaba con él, estudiaba con él… no solo estaba el trabajo en pista, sino toda la gestión que existía alrededor.

Carlos Santos en el Mutua Madrid Open 2025.

 

Antes de publicarlo, ¿a qué persona le dejaste leerlo?

No sabía realmente a quién podía mandárselo, solo le mandé algunos capítulos sueltos a mi madre, pero muy pocos. Tampoco quería que la gente lo leyera y me cambiara el rumbo de lo que yo quería contar. Una vez terminado, imprimí un ejemplar y se lo mandé al padre de Carlos para que le echara un vistazo y me dijera si quería que quitáramos o añadiéramos algo.

¿Y qué dijo?

Lo leyó y me felicitó, le gustó, pero no me dijo que quitara o añadiera nada, simplemente se quedó ahí.

Le gustó.

Le gustó… pero supongo que hubo cosas que, si por él fuera, no habrían salido. Yo no cuento nada malo, solo relato cómo fue mi vida durante todo ese tiempo, pero la tengo que contar bajo mi punto de vista. Lo he hecho con mucho cariño.

¿Crees que hay algo que le podría molestar?

No sé si es algo en concreto, quizá el momento en el que dejo de entrenar a su hijo. O incluso el simple hecho de publicar el libro en sí. Eso no se si les gustó, por ser un libro externo a ellos, al final fue una idea mía.

El libro es un reconocimiento a tu figura, a tu función durante todos esos años. Es fácil de entender, ¿no?

Cuando todo esto empezó, yo me mantuve muy al margen de la prensa, quizá hice alguna aparición esporádica, pero quería hacer algo diferente. Estar en prensa y todo eso está muy bien, pero eso se acaba perdiendo. En cambio, un libro siempre queda ahí, sobre todo para mi familia, que vean todo el esfuerzo que hice como entrenador al lado de Carlitos.

Carlos Santos entrenando a Carlos Alcaraz en Murcia.

 

A nivel de reconocimiento, ¿crees que el equipo te ha dado tu lugar?

No, pienso que no. Este tema lo explico bien en el libro, cuento cuál es el motivo real por el que dejo de entrenar a Carlitos. Esto a su padre no le sentó muy bien, a partir de ahí nuestra relación se enfría un poco [….] Con los años se vuelve a recuperar, pero a raíz del libro volvemos a distanciarnos. No sé, pienso que debería estar en otra posición, al final he hecho todo lo que he podido por ese niño, hasta el punto de cambiar mi situación personal y profesional.

Sin hacer demasiado spoiler, en el libro cuentas que aparece otra figura en el equipo y tú pierdes poder. Por eso te vas.

Esa persona no aparece por lo que pueda aportar, sino por traer un sponsor. Cuando él se incorpora al equipo no asume ese rol de venir a ayudar, pero el padre se vuelca un poquito en él al principio, hasta que se da cuenta de que lo que quiere al lado de su hijo es un entrenador, pero antes había que controlar al sponsor. Yo no me aparto solo porque venga esa persona, pero es cierto que en ese momento se da una pequeña disputa por ver quién se lo queda, aunque el padre lo tenía claro. Al final acabo apartándome del proyecto porque quería algo más que un apretón de manos, algo más firme.

¿Carlos padre intenta retenerte?

Me dice que me da su palabra, que entrenaré a Carlitos hasta que yo quiera, que contará conmigo siempre […] Sin embargo, mi cabeza y mi corazón me decían lo contrario. De haber seguido, supongo que hubiera sido hasta aparecer un IMG o un entrenador de primera línea, aunque siempre me dijeron que yo tendría mi espacio, ya fuera como segundo entrenador o como fisioterapeuta. Al final, la oferta del colegio era buena y era firme, tenía una línea muy marcada, lo que quería era la confianza de estar ahí hasta que Carlos fuera mayor de edad.

¿Te has arrepentido muchas veces de tomar esa decisión?

Al revés, es la mejor decisión que he tomado. A la vista está, basta con ver la posición en la que está Carlitos. Ni un solo día he tenido pesadillas sobre eso.

¿Y la ilusión de haberle acompañado en los torneos grandes? ¿Esto tampoco lo piensas?

Nada, ni una vez. Simplemente, me hubiera gustado haber formado parte del equipo, haber podido ir a algún torneo si a Carlitos le hubiera gustado.

Carlos Santos en Roland Garros junto a Carlos Alcaraz.

 

Al final ni tú, ni el que vino después.

Pero con una diferencia: yo lo dejo porque es lo que siento, es lo que creo que debo hacer; a la otra persona la apartan porque es lo que tenía que pasar. El sentimiento es muy diferente.

Cuando le ves jugar, ¿de alguna forma te sientes responsable?

Sí, totalmente. Sobre todo esa dejada, que la hemos practicado millones de veces, o la derecha, que de pequeño ya era un cañón. Cuando le veo, lo que veo es al mismo jugador que tenía de pequeño, solo que más fuerte y más alto. Es la misma magia, el mismo juego, el mismo desorden por momentos, pero siempre con esa habilidad para hacer lo que quiere. La mano siempre la ha movido sola, como si fuera un guante.

¿Tan escandalosamente bueno era de niño?

Todos sus golpes eran buenos menos el saque, ahí le costaba. Lo entrenamos muchísimo pero nunca terminaba de hacerlo como a mí me gustaba. En nuestra cabeza siempre estuvo la idea de que tuviera tres golpes muy buenos, no nos valía con uno.

¿Y de carácter?

Según el día, no sabías por dónde iba a salir. Le veías jugar un partido y si todo iba bien, pues fenomenal, pero si te miraba un poco torcido y se complicaba… como entrenador tenías que sostenerle porque no sabías cómo podía actuar.

¿Qué te parece el documental de Netflix?

Mucha gente lo ha criticado, a mí me hubiera gustado que diera otra imagen, la imagen del sacrificio, de entrenar cada día, de alimentarse bien, de ir al gimnasio…

… ¡que la tiene!

Claro que la tiene, podría haberla potenciado en el documental, pero han preferido sacar cómo es él. Es un chico joven, pero aunque sea joven tiene que madurar ese aspecto, ser un tenista totalmente profesional.

Carlos Santos y Carlos Alcaraz en el Mutua Madrid Open sub12.

 

¿Por qué crees que han elegido enseñar esa faceta?

A lo mejor es marketing, ahora van a sacar el documental de Rafa Nadal y se va a ver todo lo contrario. Si la gente empieza a hablar, tanto para bien o para mal, al final eso es bueno para el documental. Con mi libro pasa lo mismo.

El problema es que ahora cuando pierda un partido, la gente se agarrará a eso.

¿Habrá salido de fiesta? ¿Habrá descansado bien? Cuando fue a El Hormiguero, que casi no tenía voz, tuvo que subrayar que no era de salir de fiesta. Espero que no se haga ninguna bola de nieve con este tema, lo que puede provocar es que se ponga más nervioso. Ojalá quiera seguir jugado al tenis durante muchos años y no pierda la ilusión. Que cada día vaya ajustando un poquito mejor los tiempos de descanso.

Él dice que quiere ser el mejor de la historia… pero sin perderse lo otro. ¿Crees que es posible?

Yo creo que no […] A día de hoy es muy joven y quizá lo pueda manejar, pero ya hemos visto que también está teniendo muchas lesiones, el cuerpo tiene que descansar y estar bien preparado, hay que dosificar.

Ese ‘A mi manera’ puede cambiar en unos años.

Será siempre a su manera, pero ‘esa manera’ dentro de un tiempo será como tiene que ser, con más disciplina y más descanso. Sin irse tanto por ahí después de cada torneo. A día de hoy es normal, ya verás como dentro 2-3 años su manera será otra manera.

La cosa es que con los números en la mano, ¿cómo vas a decirle algo?

Pero también se ha lesionado mucho, ahora no ha podido jugar en Madrid, imagínate el palo para todos los sponsors. Sabemos que los jugadores con mucha magia creen que pueden hacer todas estas cosas, ya lo vivimos con Romario, ese perfil de jugador que podía salir de fiesta y luego metía cuatro o cinco goles. Son jugadores que no necesitan tanto tiempo de pista, ya lo tienen encima.

Carlos Santos y Carlos Alcaraz bajo la Torre Eiffel.

 

¿Qué relación tienes actualmente con Carlitos?

Una relación cordial, si le hubiera visto hoy pues le habría saludado, igual que si nos vemos por el club. Antes conectábamos más por WhatsApp, le escribía y él me contestaba, le felicitaba después de algún torneo… pero eso se ha perdido ya. Tenemos una relación buena, no tengo nada malo con él, cuando nos vemos nos damos un abrazo y lo que haga falta.

Por lo que has representado en su carrera, ¿no tendría que ser un poco más cercana?

Sinceramente, creo que debería ser más cercana, podría contar conmigo igual que cuenta con sus amigos, quizá para ir a algún torneo o cualquier otra cosa. Sin tener yo que decirle nada, solo si le hubiera hecho ilusión. Si se acuerda bien de todo el tiempo que estuvimos juntos, que seguro que sí, la relación debería ser más cercana todavía.

¿Y qué lo impide?

No lo sé, la verdad […] ¿El equipo? ¿La familia? No lo sé, solo sé que hice todo lo que pude por él, casi como un padre.

Contundente esta última frase, muchas horas de tu vida.

Muchas horas, pero contento de haberlas destinado a Carlitos, lo volvería a hacer. Para mí es un orgullo haber compartido ese tiempo con un jugador que está haciendo historia, alguien que es de los mejores del mundo.

¿Cambiarías algo de aquella etapa?

Como ha ido muy bien, sobre todo para él, volvería a hacer exactamente lo mismo. Lo único… igual en el momento de dejarlo, me hubiera gustado encontrar ese compromiso para continuar con él, ver hasta dónde podríamos haber llegado.

Carlos Santos, autor del libro 'La forja de un campeón'.

 

Ahora sigues entrenando, ¿cómo es el capítulo después de estar con un fuera de serie?

Cuando dejé a Carlos yo seguí con otro fuera de serie, hasta que después del COVID decidió dejarlo. Es normal comparar los diferentes proyectos al principio, intenté aplicar los mismos entrenamientos pero no me salían tan bien, pero es que con Carlos era todo más fácil. Al final me adapto al jugador que tengo, eso es básico, seguir mejorando cada día y hacer todo lo posible para que ese jugador toque su techo según sus cualidades.

¿Tu objetivo es encontrar otro Alcaraz?

Eso es muy difícil, ahora mismo disfruto mucho de lo que hago, al final también soy profesor de Educación Física en un colegio, me gusta mucho la enseñanza, pero sigo entrenando a tenis porque es mi pasión. No descarto en un futuro volver a entrenar a un chico que juegue bien y viajar con él, como estoy haciendo ahora con Pablo. Estoy abierto a ese tipo de proyectos, creo que puedo aportar mucho.

¿Y trabajar en su Academia?

Yo estoy ahí en el Club de Campo, pero no estoy en su Academia, no me lo han propuesto nunca.

¿Te gustaría?

Te podría decir sí o no, pero de momento no tienen un sitio para mí.

Se puede hacer.

Se puede hacer, claro, pero dudo que me lo propongan. No creo que estén buscando eso.

Entrevista de Fernando Murciego con Carlos Santos.

 

Sinceramente, después de leerme el libro, me quedo con la sensación de que toda esta historia te ha dejado una herida que todavía no está curada.

Entiendo lo que quieres decir […] Yo no sé por qué se generó esa herida después de dejar a Carlos, a mí me hubiera gustado seguir, siempre y cuando hubiera un compromiso. El padre de Carlos no lo tomó así, él piensa que ese compromiso no tenía lugar con un chaval de 12 años, que con esas edad no se pueden firmar contratos, pero sé de otros jugadores que sí lo hicieron. Para mí ese gesto decía mucho de todo mi trabajo, por eso quedó esa herida que no termina de cerrarse, pero no tanto por mí. Es más por ellos.

¿Llegará Carlitos al nivel del Big3?

Dependerá de lo que hemos hablado antes, de ‘su manera’. En los próximos años irá madurando, ahora mismo no hay otro jugador más allá de Sinner que esté siempre ahí, apretando cada semana. Carlos tiene un tenis magnífico, un potencial espectacular, si se lo propone y de verdad tiene esa ambición y esa motivación lo puede conseguir.

Si no cumple con esas expectativas, alguno pensará que fue un talento perdido.

Talento perdido no lo sé… si al final lo que quiere es jugar muy bien y pasarlo bien, quizá sí pueda suceder. Lo que está claro es que no volveremos a ver un talento como él en mucho tiempo.

Ver fuente