El Rey Carlos III cuelga las botas y dice adiós al esquí para siempre

«Creo que mis días de esquí han quedado atrás». Con estas palabras el pasado 17 de febrero durante una visita a Tesside, el norte del país, el Rey Carlos III de Inglaterra dejaba caer que a sus 76 años colgaba las botas. Atrás quedará por tanto una de sus aficiones favoritas y que tantas historias y portadas nos ha dado a lo largo de estos años. Curiosamente siempre ha esquiado como Príncipe, pero ya no como monarca.
Deja de esquiar porque aseguran entre su círculo de allegados, que sufre dolores y heridas de la que es su mayor afición: el polo. Ese deporte que a galope sobre un caballo y armado con un palo, se le debe dar a una pelotita para meterla en campo contrario. Hay que agacharse, acompasar el trote, erguirse y poner a prueba la espalda constantemente. Y esto es lo que le ha pasado factura.
De todas maneras a pesar de no sentirse en forma para esquiar, ni desde hace un tiempo tampoco para jugar al polo, el monarca sigue haciendo ejercicio. En una entrevista a a BBC Radio 5 Live el año pasado, su esposa Camilla Parker aseguraba que camina varios kilómetros cada día y que hace ejercicios dos veces al día, incluyendo «sentadillas y dominadas».
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A la izquierda en su primer día de esquí en 1963. A la derecha con Lady Di, la única reina de Inglaterra que ha esquiado

Carlos III sigue haciendo ejercicio de alguna manera actualmente
Carlos III empezó a practicar esquí a los 14 años, y la estación a la que ha acudido habitualmente es Klosters, en Suiza. Allí se hospedaba junto a su familia en el lujoso y exclusivo Chalet Eugenia, un espectacular edificio situado junto a las pistas, que tiene incluso una cinta propia para acercar a sus clientes hasta el primer telesquí. Ha sido el alojamiento escogido por celebridades como Paul Newman, Audrey Hepburn, Winston Churchill, Lauren Bacall, Gregory Peck, Yul Brynner, David Niven, Robert Capa y un largo etcétera en el que se incluye también miembros de la realeza y nobleza de media Europa. Y por supuesto los príncipes Guillermo y Harry, que aprendieron a esquiar en ese complejo invernal.
Hace poco más de dos años que Carlos III es Rey del Reino Unido. Un puesto que hasta septiembre de 2022 ostentaba su madre Isabel II. Por tanto siempre fue a esquiar en calidad de Príncipe de Gales. En 2023 no fue por miedo a que tuviese un accidente que perjudicase la coronación, y el año pasado tampoco fue. Lo cual no quita que se viviesen numerosas anécdotas en Klosters, así como momentos importantes de la vida del monarca. Hechos que hacía que fuera perseguido por una nube de paparazzis cada invierno.
En enero de 1980 sorprendió a la prensa al aparecer en Klosters luciendo una enorme nariz postiza, un bigotazo y unas grandes gafas redondas negras. Poco antes había dicho a uno de los periodistas que ‘el príncipe no saldrá hoy’. Y efectivamente, quién salió fue el cómico real. La respuesta de los periodistas fue aparecer al día siguiente con sombreros rojos y narices de payaso. El soberano, sin embargo, no se ofendió e incluso posó con ellos luciendo una gorra roja a juego con sus disfraces.

Carlos III en Klosters apareció con este disfraz cuando todavía era Príncipe de Gales para bromear con los paparazzi
Aunque al menos de cara a la galería, todo eran momentos felices cuando estaba en Klosters con la familia, hubo un momento muy dramático. En marzo de 1988 mientras esquiaba fuera de pistas en Klosters se produjo una avalancha delante suyo que atrapó a uno de sus amigos cercanos, el mayor Hugh Lindsay, antiguo caballerizo de la reina Isabel II. El hombre perdió la vida mientras que Carlos III escapó de milagro al llegar más tarde al telesilla. Tan cerca estuvo del alud, que estuvo ayudando a encontrar a su colega.
Ese día se había advertido del alto riesgo de aludes después de tres dias de intensas nevadas. Aún así, el grupo de seis personas, incluido Carlos III, decidió esquiar por la zona del Gotschnagrat. Carlos III que goza de inmunidad diplomática, decidió asumir toda la culpa.
Lady Diana también estaba en Klosters ese día aunque en el pueblo junto a Sarah Ferguson, quien en ese momento estaba embarazada de la princesa Beatriz. Fue también mientras esquiaba a finales de marzo de 2002 cuando Carlos III se enteró de la muerte de la Reina Isabel (su abuela) durante sus vacaciones.
Embajadores del esquí
Otros miembros de la Familia Real Británica siguen la afición de Carlos III. A Kate Middleton y el príncipe William se le ha visto este año también en pistas. También de otras dinastías europeas como los prínciles Mette-Marit y Haakon Magnus de Noruega, los de la monarquía danesa, Países Bajos e incluso otros como la griega que ya no tienen trono.
Y también en España el Rey emérito esquió muhos años en Baqueira Beret junto a la Reina Sofía y sus tres hijos. Y hoy lo sigue haciendo Felipe VI aunque visitando también otras estaciones, lo que ayuda a poner el esquí aunque sea un día en casi todos los medios de comunicación de nuestro país al mismo tiempo.
Popr que al margen de cuestiones políticas o sensacionalistas, todos ellos actúan o han actuado de una manera muy importante como embajadores de este turismo de invierno que es el esquí y la nieve, mostrándolo en revistas y hasta telediarios cada año.
