15 septiembre, 2025

Clásico del Futve exhibe la nueva relación de fuerzas

Clásico del Futve exhibe la nueva relación de fuerzas


Los más recientes clásicos del fútbol nacional han mostrado la distancia que hoy separan al Deportivo Táchira del Caracas en materia de inversión, plantilla y objetivos. El cuadro aurinegro ha podido capitalizar con rachas de invicto, triunfos, títulos y jugosos ingresos por competir de forma directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores su nueva condición de equipo con músculo económico para armarse hasta los dientes con las mejores contrataciones.

El soberbio dominio que ha ejercido el cuadro fronterizo en las dos últimas temporada de la Liga Futve, conquistado el bicampeonato con récord de partidos sin derrota, es fruto del acierto de la gerencia para reamarse y formar un equipo ganador, que ambiciona trascender no solo en el país sino también en los torneos internacionales. La labor en el banquillo de Eduardo Saragó fue vital para cambiar la ruta del aurinegro hacia la competitividad.

Dotó al equipo de un propósito ineludible de volver a ser grande, articuló un sistema de juego que calzaba con exactitud en la horma de los botines de la tropa comandada por Maurice Cova, mediante un fútbol de toque, movilidad y precisión en los pases con el cual arrasó a todos los rivales en la Liga Futve en las dos últimas temporadas. Ese mismo compromiso y estilo de juego ha sido mantenido por Édgar Pérez-Greco en el banquillo del Táchira, por lo que hoy el aurinegro posee más argumentos para alargar su reciente paternidad sobre el Caracas de Fernando “Colorado” Aristeguieta, al que ha derrotado de manera categórico (2-0 y 0-4) en sus enfrentamientos previos.

El manejo de Maurice Cova, la fuerza de Fioravanti para mandar en el medio, la seguridad de Carlos Vivas en el fondo, la movilidad de Hernández y Rosales por los costados y la eficacia del “Chino” Balza en el ataque son armas muy poderosos y difícil de contener.
En contraste, el Caracas es hoy un equipo con evidentes limitaciones en su presupuesto que se revela en el terreno. Es una plantilla repleta de chamos con los prometedores Miguel Vegas y Ender Echenique como banderas en el ataque, que tiene el reto de dar la cara por una institución que vio pasar los años de gloria bajo la égida de Guillermo Valentiner y se aferra a sus símbolos, como Aristeguieta, para renacer.

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La UCV de Sasso cumplió en su debut

La Universidad Central de Venezuela de Daniel Sasso pasó con sobrados méritos su histórico debut en la Copa Liberadores de América. No había muchas razones para confiar en que podía ofrecer mayor resistencia a un equipo gigante de Brasil como Corinthians, que supera en todos los renglones al cuadro Tricolor.

La cuantiosa inversión realizada por la directiva para estructurar un equipo de alto vuelo, que cuenta con una estrella mundial de la jerarquía del neerlandés Memphis Depay, está pensada para que el Timão luche por el título del Brasilerão y sea uno de los favoritos a conquistar la Copa Libertadores de 2025.

Sin embargo, la UCV no se dejó intimidar por la historia, los recursos y los nombres. Sasso planteó un partido muy inteligente dal reducir los espacios, impedir la circulación del balón, y negarle líneas de pases claras al rival para evitar que la defensa de la UCV fuera fácilmente perforada por Depay y compañía.

El Tricolor mostró carácter y personalidad para sobreponerse al gol del peruano André Carrillo (m. 36) y en la segunda parte exhibió ambición para llegar al arco rival, igualar el marcador mediante el empuje del colombiano Juan Camilo Zapata y hasta tuvo oportunidad de liquidar el pleito a su favor. Esta es la actitud con la que se debe afrontar la Libertadores. Luchar con las armas a disposición para controlar al rival y mostrar los dientes en el ataque con la convicción de que se puede ganar.

Para suplir a Vargas y Cubillán hay que jugar sin que tiemble el pulso y las piernas

Los procesos de renovación en el deporte no surgen por generación espontánea y tampoco pueden apresurarse. Todo cambio reclama su tiempo justo y en el caso de la selección nacional de baloncesto masculina la transición de grupo emblemático, que consiguió el inédito título de Campeón de América, la clasificación a mundiales y Juegos Olímpicos, requería no solo de más horas de vuelos en cancha de los jugadores emergentes, sino de jerarquía para afrontar competencias internacionales.

Los duros reveses ante Colombia, Chile y Argentina en las primeras ventanas de la eliminatoria hacia la AmeriCup revelaron a todas luces que faltaba profundidad y experiencia en la conducción de la selección, lo que derivó en la salid de Daniel Seoane como coach del quinteto nacional. En esos partidos, Venezuela careció de un líder para bajar la pelota, organizar el juego, distribuir el balón y tomar los tiros decisivos en los momentos más apremiantes.

Por eso era necesario dejar a un lado la renovación forzada del equipo y recuperar a fichas valiosas que todavía pueden dar mucho en el tabloncillo, como los inagotables Gregory Vargas y David Cubillán, quienes regresaron para los duelos culminantes ante Argentina y Chile de la última fase eliminatoria a la AmeriCub de Nicaragua 2025. La experiencia, resolución y coraje de los dos bases armadores fueron vitales en el triunfo 67-64 ante Argentina en Parque Miranda, donde revivieron las opciones de clasificar del quinteto criollo.

El tiempo pasa, pero el espíritu de guerra de Vargas y Cubillán sigue intacto. Los que quieran tomar el testigo para suplirlos en la pista tienen que ganarse el puesto mostrando esa misma valentía para luchar por cada punto sin que les tiemble el pulso ni las piernas.



Fuente: Meridiano