A esta misa de Courmayeur sólo se puede ir con los esquís puestos

Religión y nieve siempre han estado ligados de alguna manera. Décadas atrás, cuando apenas existían remontes y el esquí era más un demostración de valor, antes de hacer la larga excursión a las montañas los esquiadores solían acudir a una misa matinal, de madrugada. Aunque son tradiciones totalmente perdidas, en Italia alguien pensó que «si los aficionados no van a la iglesia, será la iglesia la que va a los aficionados».

Y dicho y hecho, hace cuatro años el párroco de Courmayeur, Don Gregorio Mrowczynski, gran deportista y apasionado del esquí, decidió celebrar la Santa Misa directamente en las pistas de esquí de Courmayeur, pensada no sólo para los turistas sino también para quienes trabajan en la zona, como operadores de remontes e instructores de esquí. Aunque durante estos años, solo ha celebrado la eucaristía al principio y el final de la temporada, este año quiso ampliar los días de celebración y hacerlo en la parte alta de la montaña, más en contacto con la naturaleza y todos los meses.

Para eso primero buscó una nueva localización que fuera fácilmente accesible a todos los esquiadores y snowboarders y que además tuviera un tráfico fluido de gente. Un instructor de esquí le habló de una antigua capilla situada en lo alto de un montículo y claramente visible por los esquiadores. Entonces habló con la empresa Funivie Courmayeur Mont Blanc, la que gestiona las instalaciones de esta estación de esquí italiana, para que la restauraran. Según cuenta al diario La Stampa,

Tras la celebrada el pasado 4 de enero, las próximas fiestas para los esquiadores de Courmayeur serán este sábado 1 de febrero, el del 1 de marzo, el del 5 de abril y el del 3 de mayo, siempre a las 11.30 horas. El punto de encuentro se encuentra bajo el punto de salida del telesquí de la pista “Le Greye” (cerca de la pista Canalino y a lo largo del teleférico que sube al paso de Chécrouit). No es posible llegar a pie, sólo con esquís o tabla de snowboard.

Aunque la celebración de una misa solo para esquiadores y snowboarders es nueva, esto allí ya era una tradición tiempos atrás, cuando el párroco del pueblo bendecía a los pastores que al final del invierno llevaban a sus rebaños a las montañas.

El año pasado fue precisamente Courmayeur quién organizó la 62° Challenge Delavay donde los protagonistas son aquellos que dedican su vida a Dios y al prójimo. Es decir, una competición donde los corredores son curas, sacerdotes, diáconos o pastores de países alpinos de Suiza, Francia e Italia.