20 mayo, 2024

La historia de amor entre Anastasia Potapova y Alexander Shevchenko

Alexander Shevchenko y Anastasia Potapova disfrutan en Roma. Fuente: Getty

Nos encantan las historias de amor, sea cual sea el ámbito. En el mundo del tenis también las tenemos, aunque no siempre terminen con final feliz. Anastasia Potapova y Alexander Shevchenko es la pareja que está dispuesta a demostrar que su historia puede superar cualquier barrera, hasta la de un circuito exigente y solitario que apenas te deja tiempo para los sentimientos. Separados solamente por un año de edad, rusa y kazajo hicieron pública su relación a inicios de 2023, una temporada que cerraron dándose el ‘sí, quiero’.

De todo esto habla un poco Potapova en un reportaje elaborado por tennis.com hace unas semanas, donde la de Saratov recuerda con emoción cómo fue ese momento de pedida de mano inesperada. “Había venido a ver a Sascha porque estaba en Alemania, practicando de cara al torneo de Astana. Pensé en pasar unos días con él, así que ahí estábamos en la habitación de hotel, con el anillo debajo de la almohada. No fue una escena grandiosa, era más un momento tranquilo y personal, eso es lo que nos gusta a los dos. No es que seamos súper sociales, preferimos mantener las cosas en silencio y eso me gusta”, comenta la rusa sobre su marido, del que antes fue compañero.

“Le conocía desde que teníamos nueve años, pero nunca habíamos pasado tiempo juntos. Sí que pasamos algún rato cerca el uno del otro, pero tampoco hablábamos demasiado. Es como si toda la vida hubiéramos estado tan cerca y a la vez tan lejos. De repente, una vez empezamos a hablar, nos volvimos inseparables”, comenta la mujer que cumplió 23 años hace un par de meses. ¿Quizá muy joven para dar un paso tan importante? Así lo piensa ella.

“Tal vez éramos un poco jóvenes para casarnos, pero también somos deportistas de élite, somos más maduros que otras personas en estas edades, personan que no se dedican al deporte de competición. Desde que nos casamos hay mucha más calma en nuestra relación, nos tenemos el uno al otro, no nos precipitamos, solo tratamos de ayudarnos mutuamente para dar lo mejor de nosotros. Es muy útil para un atleta encontrar a alguien que pueda vincularse con lo que estás haciendo”, valora la actual Nº43 del mundo.

ESPERANDO LOS RESULTADOS

De lo que no se olvida Potapova es que tiene por delante una carrera individual que seguir nutriendo. Desde que se convirtiera en Nº1 junior, la rusa sabe que tiene algo diferente a las demás, aunque luego hace falta la regularidad y consistencia para imponer tu ritmo y tu espacio. Su carné de identidad nos sigue mostrando a un perfil muy joven, aunque en su interior se acumule ya la suficiente experiencia para hacer un pequeño balance.

“Siento como si ahora mismo tuviera dos personas en la cabeza. Cuanto más mayor me hago, más tranquila me vuelvo. Nunca he sido una chica fiestera, no es mi forma preferida de pasar los fines de semana, pero en el pasado sí era mucho más extrovertida. Ahora no me gusta ir a ninguna parte, prefiero quedarme en casa viendo Netflix y pasando tiempo con mi perro y mi marido. Tampoco me gustan las grandes ciudades, diría que Nueva York o sitios así no son para mí. Me gusta Manhattan pero solo para un par de días”, sorprende la rusa, marcando de manera clara su personalidad.

Anastasia Potapova entrenando. Fuente: Getty

 

“Mis mejores amigos, los que realmente me conocen, saben que a veces puedo resultar muy ruidosa, divertida, me río muy fuerte. Sin embargo, luego hay otros días en los que soy más tranquila y no me gusta hablar. Creo que este el caso de muchos atletas, nuestro estado de ánimo cambia más de cien veces al día. Si mis amigos se animan y vienen a verme, entonces sí que hago el esfuerzo para pasar tiempo juntos a lo grande”, añade Anastasia, quien llegó a ser #21 del ranking WTA el verano pasado.

¿Y qué pasa con los resultados? Esta temporada, salvando la quincena de Indian Wells y algún evento menor, seguramente no hayan sido los mejores, o al menos no han sido los que ella esperaba. Eso también lo sabe Potapova, cargada de paciencia y sabiduría para seguir trabajando y esperando su momento. “El año pasado acabé con mucha motivación, llegué al punto de madurez donde sabía exactamente lo que tenía que hacer. Ahora que lo he hecho una vez, sé que puedo hacerlo una vez más, y muchas otras que vendrán después. De alguna manera me las he arreglado para sentirme mejor, probablemente estoy en uno de los mejores momentos físicos de mi carrera”, concluye.

Ver fuente