20 mayo, 2024

Marruecos iba a levantar una monstruosa planta solar en medio del desierto. Una disputa burocrática la ha dejado a la sombra

El Banco Europeo de Inversiones lo anunciaba en 2020 como un ambicioso proyecto para «permitir el suministro de electricidad después del atardecer y al mismo tiempo proporcionar una solución de bajo coste para la generación diurna.» Se trata de la Central Solar Híbrida Noor Midelt: dos plantas híbridas de energía fotovoltaica concentrada con almacenamiento de hasta 800 MW situadas en el desierto de Marruecos.

En tierra de bereberes, este plan de más de 2.600 millones de euros de fondos europeos quería ser pionero en almacenamiento térmico de energía y baterías eléctricas y hacer historia en el país africano, pero una disputa lo ha paralizado tras años de retraso.

Todos los socios «siguen comprometidos», dicen

La tecnología de Noor Midelt es un maridaje entre hibridación termosolar, energía fotovoltaica y almacenamiento de Energía y muchas empresas españolas (como Acciona o Iberdrola han pujado por desarrollar este megaproyecto, que al final se lo ha llevado la española TSK. En su web lo único que se puede leer es un «en curso».

La planta de Noor Midelt, de 650 hectáreas, debería haber empezado a funcionar este año, pero no su construcción ni siquiera se ha iniciado. Prometía precios en las horas pico de 0,06 euros el kWh. La culpa, detalla Reuters, la tiene un desacuerdo entre el Ministerio de Energía y el operador de la red ONEE, que rechazaran la tecnología de energía solar concentrada (CSP por sus siglas en inglés) propuesta. Fue la agencia estatal de energía Masen la que pidió que la planta tuviera tanto tecnología fotovoltaica, que es más barata pero tiene poca capacidad para almacenar energía, como CSP, que es más cara pero continúa alimentando la red durante horas después del anochecer.

Sin embargo, después de que se adjudicara el contrato, el operador y el Ministerio de Energía dijeron que sólo aceptarían comprar la energía si Masen abandonaba la CSP por la fotovoltaica o cambiaba del almacenamiento de energía térmica en sal a baterías. Lo único que se sabe hasta el momento es que Marruecos había decidido reiniciar el desarrollo en 2022 con una combinación de energía fotovoltaica, CSP y almacenamiento en baterías, asegurando que el proyecto estaba «en la etapa final de desarrollo» y que todos los socios «siguen comprometidos».

Va a pasar bastante tiempo hasta que veamos -si la vemos- esta ciudad de paneles solares en pie, pues el Banco Mundial estima que una vez se llegue a un acuerdo, la construcción tardará al menos 30 meses.

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