18 mayo, 2024

Soy muy exigente con mis jugadores

El nombre de Jacqueline Cristian ha sonado con fuerzas en estos últimos torneos. Victorias ante rivales del top30, ascenso pronunciado en el ranking y un secreto que lo explica todo: desde marzo lleva trabajando con Javier Martí.

Después de revolucionar las carreras de Paula Badosa y Jessica Bouzas en diferentes etapas, la ficha de Javier Martí (Madrid, 1992) quedó aparcada momentáneamente desde finales de 2023, esperando un nuevo proyecto que le empujara de nuevo al ruedo. Jacqueline Cristian llamó a su puerta hace mes y medio, una rumana con mucho talento pero falta de un capitán que guiara el barco. Dicho hecho, ambos comenzaron a trabajar mano a mano y los resultados no tardaron en llegar.

En el Mutua Madrid Open 2024 fueron cuatro victorias, dos en la fase previa y otras en el cuadro principal, hasta que una Danielle Collins desatada consiguió pararle los pies. Curiosamente, Martí salió de ese partido con una sonrisa en la cara, satisfecho del rendimiento y la entrega de su jugadora. Con situaciones así uno empieza a entender la filosofía del técnico español, quien atiende a Punto de Break antes de zarpar hacia un nuevo torneo.

¿Dónde nace este nuevo proyecto?

A mediados de marzo. Jacqueline pierde un partido en un WTA 125K y me hace una llamada, ya me había contactado anteriormente, pero por diferentes motivos no había podido ser, hasta que en ese torneo decide cortar con su entrenador. Me dice que necesitaba un cambio y a mí me pilla sin ningún proyecto fijo, así que empezamos a trabajar en Miami, donde tuvimos buenas sensaciones. Es verdad que perdió en primera ronda, pero supuso un paso adelante. Luego tuvimos un par de semanas para entrenar y preparar la gira de tierra batida, que empezó muy bien con unos cuartos de final en el WTA 500 de Charleston, uno de los mejores torneos de su carrera. En ese momento lo hicimos oficial, aunque aún falta definir el resto del equipo.

¿Cómo la defines dentro de la pista?

Es una jugadora muy completa, no tiene un gran freno en ningún aspecto, aunque todo está por mejorar. Lo hace todo bien, solo que mentalmente necesitaba un plus de confianza que ha ido puliendo en estos últimos torneos. Es una jugadora agresiva pero al mismo tiempo ordenada. A nivel de movilidad está bien, pero puede mejorar un poquito más. Lo que habría que explotar es el saque, algo que puede llegar a ser su mejor virtud en el futuro.

Jacqueline Cristian en tierra batida.

 

¿Se parece en algo a tus anteriores jugadoras?

Es distinta, tanto Paula (Badosa) como Jessi (Bouzas) juegan con más peso de bola, a Jacqueline le gusta más la pista rápida, juega más recto […] Pero bueno, no es un perfil totalmente opuesto, se puede asemejar un poco a mis anteriores proyectos, solo que un poco más adaptada a canchas rápidas.

¿Su ranking refleja su potencial?

Llegó a estar #58 del mundo en enero de 2022, pero justo se rompió la rodilla cuando iba bastante bien encaminada. Luego tuvo que hacer todo el proceso de empezar de cero, recuperándose de una lesión de ligamento cruzado, jugando torneos ITF que muchas veces te retrasan, pero también te dan la confianza de meterte de nuevo. Ahora la veo que está volviendo a disfrutar.

¿Dónde puede estar su techo?

Si en un período tan corto ha sido capaz de firmar estos últimos resultados, ganando a jugadoras como Navarro, Keys o Krejcikova… hay que ir paso a paso, todavía queda mucho camino por recorrer, pero la veo pisando el top25 en un futuro. Una vez estás ahí, habrá que mirar de aquí a ocho meses cuánto es capaz de mejorar […] No sé dónde está el techo, haciendo las cosas bien y sin lesiones creo que será top30 o top25.

No eres de los que se adentra en un proyecto sin pensar. ¿Qué viste en ella para convencerte?

Que tiene las cosas muy claras, no quiere perder el tiempo, de hecho, piensa que ya lo ha perdido mucho con la lesión. Quiere trabajar cada día, esa es la clave para que yo acepte un proyecto. Me gusta disfrutar del día a día, que la jugadora sea trabajadora. Jacqueline es muy ambiciosa, es ganadora y le gustan las pistas centrales. Mentalmente tiene cabeza de jugadora top.

¿Arrastra algún fantasma del pasado?

Ahora mismo no, aunque sí ha tenido momentos de dudas. No es que se metiera top100 con 20 años, le costó mucho dar ese salto, pero es cierto que la lesión le llegó en el mejor momento de su carrera, fue un palo muy gordo. En el proceso de volver a meterse top100 también hubo períodos de duda, algo que noté en el momento de entrar al equipo, veía que le estaba costando dar el siguiente salto de nivel.

Jacqueline Cristian en la presente temporada.

 

¿Cuál es ese salto?

El de consolidarse como una jugadora WTA. Dejar de ser una jugadora que gana mucho en ITF y de vez en cuando toca algún WTA. Eso era lo que ella venía buscando, lo que ha conseguido estas últimas semanas, jugando de tú a tú contra cualquiera.

Me decía Sorana Cirstea estos días que en Rumanía tienen una mentalidad bastante negativa, de poca fe.

Supongo que al haber tenido una jugadora tan top como Simona Halep, hasta que no haces algo de ruido en un Grand Slam o te acercas al top10, no dejas de ser una jugadora más. Esto pasa en muchos países, aquí con la figura de Rafa Nadal hubo épocas que teníamos varios tenistas en el top15 y parecía que era lo normal, o parecía que no eran tan buenos. En Rumanía son muy exigentes por la gran campeona que han tenido, pero tampoco he notado nada fuera de lo común.

No puede ser casualidad que cada proyecto que tocas tire para arriba. ¿Cuál es el secreto?

El secreto es el día a día. Por ejemplo, el otro día perdimos en tres sets con Danielle Collins y fue el día que más contento me fui del torneo. Conseguir que la jugadora de su 100%, que la línea de trabajo sea positiva e intentar mejorar cada día un poquito es fundamental… pero para que se den estas cosas tienes que encontrar una jugadora disciplinada. Como entrenador tengo que saber cuál es la línea a la que quiero dirigir a mi jugadora, qué estilo le conviene y qué cosas hay que mejorar.

¿Qué es lo más importante?

Convencer a la jugadora de que quiera hacer esos esfuerzos para mejorar. Tengo ya muy comprobado que en un año se puede mejorar una barbaridad, hay ejemplos de jugadores que en doce meses son irreconocibles, se puede mejorar muchísimo. Pero esto no es solo mi trabajo, es también que el jugador quiera hacerme caso y le ponga esas ganas a base de disciplina.

¿Notas que eres mejor entrenador que hace un año?

Absolutamente. He aprendido mucho de todos mis proyectos, a veces miro atrás y pienso: ‘Aquella situación que tuve con aquel jugador… ahora entiendo de verdad lo que le pasaba’. Soy muy exigente con mis jugadores, pero con el que más exigente soy es conmigo mismo. Soy de los que se monta en el barco de la derrota cuando mi jugador juega mal, me cuestiono constantemente qué podría haber hecho mejor. ¿Por qué no he conseguido que mi jugadora en el tercer set no estuviera más cerca del marcador? Como entrenador busco esa mejora constante, exactamente igual que el jugador.

Se nota que lo disfrutas.

Como jugador no lo conseguí, esa espinita la tendré siempre clavada. Ahora como entrenador siento que esa experiencia es la que me empuja a ayudar a que mi jugador sí pueda conseguirlo, que al menos pueda luchar por ello.

Javier Martí junto a Jacqueline Cristian. Fuente: Punto de Break

 

¿También lo sufres?

Al 100%. Si el jugador pierde o tenemos una mala racha, yo no duermo igual. Me cuestiono cosas, pero ya no solo por la derrota o la victoria, que eso al final no está bajo tu control, pero sí por el nivel de juego. Hay muchos factores pero, si hay una racha donde desciende el nivel de juego, entonces hay que pararse y analizar lo que está pasando. A mí me encanta el tenis, soy muy obsesivo de este deporte, intento cada día entender el porqué de cada cosa, es la única manera de mejorar.

Tanto amas este deporte que ahora tienes una empresa para ayudar a los entrenadores.

Está más enfocada a jugadores de club, gente que busca un lugar donde dar o recibir clases. La empresa se llama Racquet-Link, la he abierto junto mi hermana y otro compañero. El objetivo es conectar talento y oportunidad: el talento serían los entrenadores y oportunidad serían los clubes. Queremos servir de altavoz porque consideramos que hay muchos entrenadores que son muy válidos pero los clubes no lo saben. Tenemos una base de datos con muchos entrenadores y muchos clubes, así que intentamos conectarlos para que ellos puedan encontrar trabajo y los clubes puedan tener trabajadores.

¿Trabajáis también en el ámbito profesional?

Intentaremos llegar más arriba, ojalá salga bien, pero de momento hemos empezado por un nivel más de club, tanto en tenis como en pádel. Ojalá que en el futuro podamos contar con jugadores y entrenadores de referencia, sería algo muy innovador. Sé que en ATP/WTA puedes apuntarte en una lista para solicitar que estás buscando trabajo, pero tener una base de datos más completa, con el CV de cada persona y lo que está buscando, daría mucho mejor resultado. Esta es una idea que tenemos para el futuro.

¿Cómo ves el futuro del tenis español? Me dijo Pepe Higueras que en este país falta entrenadores de vocación.

Estoy de acuerdo, creo que no hay muchos entrenadores. Entiendo que si ya has estado 15-20 años viviendo la vida de jugador, ponerte otra vez a viajar e involucrarte en procesos tan duros, fuera de casa, si además tienes familia… las ganas no son las mismas. Muchos entrenadores prefieren estar en su casa, tener una escuelita y no viajar. Lo que veo ahora es una camada de entrenadores jóvenes, gente que por el motivo que sea no pudo cumplir su sueño, en mi caso fue por una lesión de codo. Hay otros que igual no pasaron del top300 o top500, se encontraron con su techo a nivel profesional, pero les gusta tanto el tenis que directamente quieren seguir conectados a él de alguna manera, por ejemplo entrenando a algún jugador. Arnaldi, Cobolli, Cerúndolo… todos estos tienen entrenadores de mi edad, este perfil es el que está teniendo éxito, una vez tienes familia ya no es tan fácil el tema de los viajes.

Y los que tenemos buenos se van a entrenar fuera.

En según qué situaciones es complicado el tema de la competencia, aquí habría que mirar las necesidades de cada uno, pero es cierto que en el mercado internacional hay mucho dinero.

Javier Martí durante un entrenamiento.

 

¿Por qué cada año tenemos menos top100?

Hay que analizar muchos factores, quizá también hay menos gente intentando ser tenista, no lo sé. Creo que con Alcaraz volveremos a tener mucha gente que quiere empezar a jugar tenis. Mi sensación hace 4-5 años es que el tenis estaba bajando un poquito y el pádel subiendo mucho, había muchísima gente que empezaba a apostar por el pádel, pero ahora con Alcaraz volverá a multiplicarse la cantidad de niños que empiecen desde la base. Volverá a subir el número de jugadores.

¿Estamos en crisis?

Quizá tengamos una pequeña crisis en jugadores de 17 a 20 años […] Es relativo, hemos tenido años que había muchísimos jugadores en el top100 y ahora tenemos alguno menos. Nadal en los dos últimos años casi no ha competido, hubiera sido impresionante tenerlo con Alcaraz en el top5. Carreño, un jugador que un jugador súper fiable y constante, se cae por lesión. Bautista, otro jugador súper estaba en el ranking, se lesiona también. De repente se te han ido tres o cuatro, los que marcaban la diferencia para que España como país pudiera tener doce top100.

¿Eres optimista?

Bueno, ahora Bautista está volviendo, también hay que esperar a Pablo (Carreño), además de la generación de Pedro Martínez, Munar, Taberner y Zapata, ojalá que estos se vuelvan a meter, algunos ya están ahí otra vez. Yo no lo llamaría crisis, solo que ahora mismo tenemos un poquito menos de protagonismo comparado con otras épocas.

¿Qué hay más allá de Alcaraz?

Un tipo como Alejandro Davidovich, que lleva ya varias temporadas en el top30. Alejandro Moro acaba de ganar su primer Challenger y se va a meter #160 siendo todavía joven. Pablo Llamas me encanta como juega, creo que será top100. Por supuesto, Martín Landaluce es un perfil súper prometedor, conozco bien al equipo y veo que es uno de los que más potencial tiene. No estamos tan mal, solo que ha descendido un poco nuestro número de talentos jóvenes.

Ver fuente