Barranquismo en la provincia de Sevilla

Eran las 9:30 de la mañana y nosotros, los intrépidos del día, nos encontrábamos en el cortijo del Berrocal, ese pedacito de paraíso público que gestiona la Junta de Andalucía. Después de saludarnos, partimos en caravana durante 10 km de senderos que más bien parecían sacados de un rally de coches que no podían pasar de 20km (velocidad obligatoria dentro de este espacio público). Al fin, llegamos al punto de partida real, dejando los coches al final del trayecto, porque claro, ¿quién quiere caminar después de un chapuzón en aguas frías?

Sobre las 11, ya estábamos metiendo los pies en el barranco. La caminata de aproximación fue un buen calentamiento para lo que nos esperaba. ¿Y qué nos esperaba? Pues, la primera poza donde, como niños, no pudimos resistirnos a saltar. Claro que sí, ¡a quién no le gusta sentirse Peter Pan de vez en cuando!

Y además, nos topamos con el primer rápel. Era espectacular, con una poza tan invitante que algunos subían de nuevo solo para saltar desde un punto más sencillo. Pero no todo era tan fácil, llegó un segundo rápel, sencillo a la vista, pero traicionero como un vendedor de coches usados, ¡resbalaba que daba gusto!

Avanzamos unos 2 o 3 km más, entre risas y algún que otro traspié estilizado, hasta que nos enfrentamos al gran rápel: un descenso de 20 metros que terminaba en una poza de unos 30 metros de diámetro. Y para calentar, antes nos deleitamos con uno de 12 metros, solo para ir abriendo apetito.

Éramos 13 almas valientes (o inconscientes, aún no lo tengo claro) las que nos lanzamos a esta aventura. Y creedme cuando os digo que la buena vibra era tan abundante como el agua en esos rápeles. La diversión fue tal, que algunos hasta nos pusieron 5 estrellas en google.

Y ahora, si has llegado hasta aquí y estás pensando: «¡Hey! Esto suena a una aventura que quiero vivir», entonces, amigo mío, estás en el lugar correcto. Barranquismo en la provincia de Sevilla es más que un deporte, es una cita con la naturaleza, la adrenalina y, por qué no decirlo, con tu lado más canalla.

Así que, ¿qué dices? ¿Te animas a dejar el sofá y venir a chapotear un rato? ¡Venga, que Sevilla y sus barrancos te esperan con los brazos abiertos y las cuerdas listas! Ponte en contacto con nosotros y reserva tu próxima escapada de aventura. ¡No te arrepentirás! (Y si te arrepientes… siempre podrás decir que fue culpa del guía).

¡Atrévete a vivir la experiencia de barranquismo en Sevilla y descubre el lado salvaje de la vida!