3 mayo, 2024

Jannik Sinner, claves de su éxito como tenista

Cada vez que Jannik Sinner se sienta ante un micrófono con el sosiego necesario para transmitir su filosofía de vida, resulta más evidente que estamos ante un talento generacional y una mente privilegiada. Honesto, sincero y repletos de ganas por seguir aprendiendo, a sus 22 años hace gala de una madurez espectacular.

La manera de gestionar el éxito que está mostrando Jannik Sinner y su entorno se erige en un gran ejemplo para todos esos deportistas jóvenes que alcanzan la gloria y quieren legitimarse en ella. Anteponiendo los entrenamientos y su carrera profesional a cualquier tipo de acuerdo publicitario, por muy lucrativo que sea, el italiano regula sus entrevistas y apariciones en medios, pero cuando las haces da claras muestras de su grandeza. En una amplia charla con Sportweek, suplemento semanal de la Gazzetta dello Sport, el genio de San Cándido asombra con su madurez.

«Si algo tengo claro en estos momentos de mi carrera es que ni las victorias ni las derrotas me van a cambiar como persona. Siempre seré yo mismo y si algo me enorgullece de mi momento actual es poder erigirme en un ejemplo para los niños. Sé que eso entraña una enorme responsabilidad, pero no me da miedo eso porque empecé a asumirla cuando me fui de casa con 13 años». Con esta contundente reflexión, el actual número 2 del mundo pone de manifiesto cómo su personalidad está estrechamente vinculada con el éxito en las pistas.

– Sinner afirma que la cita olímpica es su gran prioridad del año

No debió ser fácil para Jannik abandonar sus montañas en los Alpes y alejarse de toda su familia para intentar cumplir su sueño de ser tenista profesional. «Echaba mucho de menos a mis padres y les llamaba cuando estaba triste, pero ellos me animaban a que persiguiera su sueño. Me daba cuenta de que estaban todo el día trabajando y haciendo un gran sacrificio para que yo tuviera la oportunidad de ser tenista y eso me daba la motivación necesaria para trabajar más duro. Ellos me hicieron ver la importancia de asumir todo lo que viniera de la mejor forma posible y mantenerme fiel a mis principio», declara el tenista italiano, que desveló también sus grandes metas a corto plazo.

«Mi gran objetivo ahora mismo es ganar un oro olímpico. En Tokio no estaba preparado para algo así, pero ahora sueño con vivir esa experiencia y traerme una medalla. Creo que puedo aprender mucho hablando con grandes campeones de otras disciplinas, quiero entender cómo piensan, con qué mentalidad afrontan sus retos y qué rutinas siguen. También quiero sumar otro Grand Slam y me encantaría repetir éxito en la Copa Davis, porque fue una experiencia maravillosa, pero me gustaría hacerlo esta vez junto a Berrettini», aseguró.

Queda claro, con estas reflexiones, que Jannik Sinner es un auténtico prodigio, no solo tenístico, sino también en lo que a inteligencia y madurez se refiere. Tener las ideas tan claras y actuar de forma consecuente a ellas con tan solo 22 años y en un entorno tan exigente como es el circuito ATP, es una clara muestra de que estamos ante un deportista llamado a hacer historia. 

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