1 mayo, 2024

Quizás la estación de esquí más caótica del mundo

En la muy disputada Cachemira, donde sus tierras se las disputan ardientemente Pakistán y la India, e incluso China reclama una parte, existe una estación de esquí, quizás la mejor de la parte india. Pero el estado de Territorio de Jammu y Cachemira, quién administra estas instalaciones, la mantiene ‘escondida‘, aunque probablemente no sea su intención.

Hace unos días, el Responsable de la Seguridad de Avalanchas de Gulmarg, el británico Brian Newman, presentó a Jammu & Kashmir Cable Car Corporation (responsable de las instalaciones) un extenso informe sobre la situación en la estación de esquí. Dos meses atrás, tres esquiadores rusos fallecieron al quedar atrapados en un alud, y Newman, que lleva en el puesto desde 2008, reclama bastantes cambios para que la estación de esquí pueda estar dotadas de elementos de seguridad.

Y entre estas medidas está algo tan obvio como decir que en Gulmarg hay una estación de esquí con sus pistas y hasta sus remontes, entre ellos un telesilla y un par de telecabinas. Actualmente toda la información que hay sobre esas instalaciones, tanto en internet como en folletos de la zona, es aportada por empresas privadas que tienen negocios con base en el complejo invernal.

Como ejemplo, Brian Newman explica en su informe que en la web del telecabina de Gulmarg no se indica por ningún lado que hay una estación de esquí. Dividida en dos partes. Una a los pies de la terminal de salida del remontes donde hay una zona de debutantes, y la otra entre la parada intermedia y la de la cota más alta, donde se extienden pistas para todos lo niveles e incluso se puede llegar a zonas de freeride con guías o empresas de helicópteros.

La mayoría de los indios va a divertirse con la nieve y hacerse fotos

La cuestión es que en India la afición al esquí no es que esté muy extendida, ni el Gobierno está haciendo nada por popularizar este tipo de turismo como hizo China en su momento. De esta manera los que van hasta el telecabina de Gulmarg en su mayoría son turistas que van a divertirse con la nieve ya sea tirándose bolas o bajando en trineos.

De esta manera ningún organismo oficial presta atención a una estación de esquí que visto el panorama es un milagro que incluso cuente con un telesilla, un par de telesquís y pistas que se pisan. Con un nombre que significa “prado de flores”, ya era un popular destino de verano cuando lo estableció por primera vez como club de esquí en 1927 el Raj británico, que gobernó la India de 1858 a 1947.

Y es que para acabar de redondear la situación, resulta que los funcionarios encargados de la apertura de los remontes y las instalaciones tampoco tienen obligación de ponerlos en marcha. Resulta que nadie ha marcado horarios. Brian Newman se queja de que el turista extranjero, que al fin y al cabo es el que esquía en Gulmarg, está acostumbrado a tener unas horas de funcionamiento marcadas,

“Ni el telecabina ni el telesilla cumplen un horario de funcionamiento fiable. Especialmente para los esquiadores extranjeros que están acostumbrados a que las zonas de esquí publiquen sus horarios. Pero Gulmarg no lo hace ni menciona la zona de esquí en la web del telecabina.

La ausencia de horarios de funcionamiento oficial, hizo que el personal de operaciones no cumpliera con los horarios acordados con poca o ninguna rendición de cuentas. A veces ni venían”.

Aún así, es algo muy de la India, donde elementos tan básicos como los trenes de viajeros tampoco tienen horarios, y los pasajeros se pueden quedar esperando a que llegue varias horas. Y mucho menos los autobuses que conectan los poblaciones, que salen cuando se llenan.

Antes de comenzar la temporada, el responsable de la Seguridad de Avalanchas pidió poner en marcha el telecabina a las 08h para que su personal pudiese hacer un control de aludes. Le respondieron que «no había problema» pero nunca llegó a funcionar tan temprano,

«Los clientes de la estación de esquí de Gulmarg tienen derecho a saber cuánto pagan cuando compran un  forfait. Merecen estar informados sobre los horarios de apertura y cierre de la estación de esquí y tener confianza en que recibirán la cantidad de horas que han pagado, especialmente cuando nieva, no a pesar de que ha nevado”.

El informe explica que ya el año pasado se pidieron varios elementos y que ninguno llegó, entre ellos reemplazar las radios de la patrulla de esquí, las balizas de avalanchas, las palas y las sondas. Tampoco hay indicios de que se vaya a instalar una estación meteorológica automatizada (AWS), algo que se lleva pidiendo desde 2020.

Aún hay más. Las máquinas Pisten Bully se están usando más para otras tareas como mover rocas, piedras, excavar arena o retirar escombros para que los turistas pueden tirarse en trineos. Esto provoca daños muy costosos a estas máquinas que además no pueden trabajar las pistas, lo que hace que la nieve se marche antes y la temporada acabe pronto.

Finalmente, el informe lamenta que no se haya hecho nada del plan maestro para la mejora de las pistas de esquí e incluso para la creación de otras más pese a que ya están identificadas y estudiadas.

En definitiva, si creias que en tu estación favorita no se hacen las cosas bien, siempre te puede quedar el consuelo de que las hay en peor situación.

Pistas de esqui en Gulmarg
Las pistas apenas se pisan, y las que hay están llenas de peatones

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