29 abril, 2024

Rafa Nadal, el mago, haciendo ver posible lo imposible

A lo largo de su carrera, Rafa Nadal ha sido un mago con una raqueta en la mano. A través de distintas actuaciones, ha hecho ver ‘posible’ cosas que para la mente de muchos mortales parecían ‘imposibles’. Hoy, en su regreso a la tierra batida dos años después, intentará realizar otro truco más. Quizá, el más difícil. Hay quien piensa que, esta vez, sí será imposible. Él se encargará de demostrar todo lo contrario.

Desde que Rafa pasara por el quirófano en septiembre de 2021 para someterse a un tratamiento por el pie, su carrera ha sido un continuo sufrimiento en lo que a problemas físicos se refiere. Justo en los meses siguientes a esa operación, el balear dejó los dos últimos grandes trucos de su carrera. El primero: fue capaz de ganar el Open de Australia cuatro meses después de estar en muletas. Aquello dejó boquiabierto a medio mundo. El segundo: algo que todavía nos cuesta creer.

Porque lo de Roland Garros 2022 es difícil de explicar. Rafa se fisuró una costilla en marzo, durante la semifinal de Indian Wells. A esto, hay que sumarle que el síndrome de Müller-Weiss volvió a darle la lata en el torneo de Roma, a menos de dos semanas de París. Abandonó cojeando la pista central del torneo con gestos visibles de dolor. “Ya está”, podía uno pensar. “Este Roland Garros sí que es imposible”. Él se encargó en demostrar que sí lo era.

Durmiéndose el pie y casi a una sola pierna, Rafa fue capaz de superar todas y cada una de las adversidades para levantar el que, hasta ahora (visto lo visto, nunca se sabe), es su último Grand Slam. Intentó el último gran truco en Wimbledon, un mes después, donde llegó a semifinales arrastrando una rotura muscular en el abdominal. Cerca estuvo, al menos.

Ahora, en pleno 2024 y tras dos años sin pisar esta superficie a nivel oficial, Rafa quiere intentar enseñarnos su último truco. Se ha encargado de decir a todos que este será, probablemente, su último Conde de Godó y, por ende, su última gira de tierra. Hay que remarcar el ‘probablemente’, porque, ‘probablemente’ suena a que algo es ‘casi seguro’. Y donde todos ven en ese ‘casi seguro’ un ‘imposible’, Rafa sólo mira el ‘casi’ y su mente lo transforma en ‘posible’.

De sus palabras ayer, en la sala de prensa del RCTB, hay cosas que pasaron desapercibidas para el espectador. Rafa, como buen mago, puso encima de la mesa el primero de los tres actos de un buen truco de magia, tal y como explicó Michael Cane en ‘The prestige’, la película de Christopher Nolan. 

El primero: la promesa

El mago, véase Rafa, muestra algo que parece normal. Solo que, es probable, que esa cosa no lo sea. “No sé qué pasará en el futuro, pero me lo tomo como mi última participación aquí. No pongo una fecha límite, la vida te va marcando el camino”, comentó ayer Nadal. Parece imposible, ¿no?

El segundo: el giro

El mago, nuevamente Rafa, hace que esa cosa que parecía normal, ya no lo sea. Ha ocurrido algo extraordinario. El espectador intentará encontrar el truco, pero no lo encontrará.

El tercero: el prestigio

El mago, sí, Rafa otra vez, convierte lo imposible en posible y deja asombrado al espectador con algo que no había visto jamás.

En su carrera, le hemos visto continuamente realizar todos y cada uno de los actos de un buen truco de magia. Después de lo ocurrido en este último año, a Rafa le ha quedado una ‘promesa’ nunca antes vista en su carrera. Este ‘imposible’ parece más imposible que nunca. Solo nos queda ver si es capaz de darle la vuelta por completo y hacernos ver una vez más que es capaz de convertirlo en un ‘posible’ más. El que sería el mayor de su vida. 

Sabemos que parece imposible, pero Rafa nos ha demostrado que es capaz de hacer cualquier cosa con una raqueta en la mano. Será cuestión de que tomemos asiento y nos preparemos para el espectáculo. Un mago como él siempre tiene algo guardado. Y es que, quizá, dentro de un par de meses estaremos viéndole realizar magia una vez más y no nos quedará otra que decir: ‘¡Que alguien me lo explique!’.

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