“Ha sido un partido feo, hubo muchos errores”

Si alguno había con dudas acerca del rendimiento de Novak Djokovic en esta gira de tierra batida, verle ahora en semifinales del Masters 1000 de Montecarlo puede ser una buena respuesta. Así valora el serbio su recorrido hasta el momento.

Final del partido ante De Miñaur

“Creo que al final sentí una señal de alivio, era una felicidad porque todo había terminado, en lugar de celebrar. Realmente no tenía demasiadas ganas de celebrar. A veces hago la celebración de Medvedev, como hoy, y otras lo celebro de verdad (risas). Por cierto, esto último es un cumplido, me resulta muy interesante, creo que es muy divertido. Es un tipo muy auténtico, así que hoy fue más del estilo Medvedev”.

“Un partido feo”, según Álex

“Estoy de acuerdo con él, creo que en el segundo set tuvimos muchos errores no forzados, simplemente dejamos caer algunos juegos con el saque, espalda con espalda. Luego también hubo varios breaks, aunque esto es más normal en pistas de tierra batida, me refiero a más que en otras superficies, aunque acepto que fue un caso un poco extraordinario. Quizá en el segundo set no hicimos un tenis tan bonito, solo mejoró en los últimos juegos, ya que la mayoría del set fue bastante feo”.

Ganar feo también es importante

“A veces solo tienes que encontrar una manera de ganar, hoy fue el caso. Hay días en los que no te sientes lo mejor posible, puede que tengas momentos brillantes concretos, pero fueron más los momentos donde estuve luchando por golpear bien la pelota. Al final del día lo que cuenta es la victoria, es lo que tiene ver a un oponente enfrente, no puede compararse a un entrenamiento. En los momentos importantes creo que me las arreglé para romperle el servicio y hacerme con la victoria”.

La magia que le hace seguir amando el tenis

“Me encanta la energía de la multitud, de la competencia, de cada entrenamiento, del proceso… tal vez no lo disfruto tanto como antes, pero sigo disfrutando mucho de la competencia. Disfruto de la emoción, de esas mariposas antes del partido. Independientemente de que haya jugado tantos partidos en mi vida, todavía siento esos nervios, esa emoción antes de saltar a la pista. Hay mucha belleza en lo imprevisible de no saber lo que pasará a continuación, de no saber quién va a ganar. Puedes ser el favorito, que sientas esa confianza, pero nada te puede garantizar una victoria. Ni siquiera cuando entrenas a un nivel superlativo, luego puedes salir a la pista y ser totalmente diferente. Me quedo con la emoción de lo desconocido, en lo increíble que resulta visualizarte a ti mismo ganando cada partido”.