Prohibido tener 20 años
CARACAS.- Atención: una avalancha de juventud amenaza con dejar atrás los tiempos vividos, y desde ahora mismo aparece por Europa con un cargamento de años nuevos, la muchachada que promete cambiar las bases del fútbol del continente.
El grupo de adolescentes tiene, además de su categoría y descaro, su caradura, solo una premisa: está prohibido tener más de 19 años de edad; aquellos que hayan llegado a los 20 quedan de inmediato echados del clan y pasan a formar parte de los “ancianos” que por ahora han sido excluidos de esta renovación.
Claro que todo esto es una jugarreta, pero también un juego que se acerca a una realidad indiscutible: los juveniles alteran el concepto que por décadas se ha tenido de los jugadores. Hasta ahora se había pensado que un futbolista de 24 años era una “joven promesa” de las canchas, y que a los 28 o 29 era un jugador que entraba en los años de la eficiente madurez. Hoy ya no: el fútbol se ha vuelto un ejercicio de atletismo y poderío físico más que de virtuosismo y lírica con la pelota al pie.
El contingente de muchachos crece. Y podríamos hablar de algunos de ellos: Vinicius con 18 años de edad y Brahim Díaz (Real Madrid), 19; Gianluigi Donnarumma (Milan), con 19; Nicoló Zaniolo, 19 y Justin Kluivert (Roma), 19; Moises Kean (Juventus), 18; Joao Félix (Benfica), 19; Moussa Diaby, 19 y Stanley Nsoki (París Saint Germain), 19; Ryan Sessegnon (Fulham), 18. Casi todos ya con la titularidad ganada y con el viento a favor del tiempo por transcurrir.
Pero, ¿Por qué ese cambio de pareceres en el universo del fútbol; qué extraños factores le han hecho cambiar? No es simple de explicar, pero como el fútbol es un trozo del entramado de la sociedad y esta hoy solo apunta al exitismo, no hay opciones para tomar en cuenta lo ya vivido; no importan las consideraciones a los nombres establecidos sino lo nuevecito, lo recién estrenado, y en ese contexto entran las condiciones excepcionales de los jugadores-atletas de hoy. Los de 30 años recurren a su sabiduría, a su experiencia, a la paciencia, y eso no siempre conduce al logro rápido; los de menos de 20 a la velocidad, al ritmo endemoniado, a la búsqueda del éxito por los atajos menos pensados. Y eso seguramente les paga bien.
Atención: si usted llega o pasa de los 20 años de edad, favor abstenerse; en el cupo de los chamos no hay vacantes. Qué le vamos a hacer. Ya lo dijo George Bernard Shaw: “La juventud solo se cura con los años”.
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