«LAS LEONAS ABRIERON LAS PUERTAS DEL DEPORTE FEMENINO EN ARGENTINA» – Historias de los Juegos

Es Leyenda del hockey (hierba). Literalmente. Así la nombró la Federación Internacional de este deporte. En ocho ocasiones -entre 2001 y 2013- fue nombrada Mejor Jugadora del Mundo. Ha competido en cuatro Juegos Olímpicos y de todos salió con una medalla colgada al cuello. Es argentina, fue capitana de Las Leonas y responde al nombre de Luciana Aymar.
Con ella charlamos y nos fue desgranando todas sus -exitosas- experiencias olímpicas “¡aunque me faltó el oro!”, nos dijo. Sus primeros Juegos fueron los de Sídney 2000 y en ellos, como tan a menudo pasa con tantos y tantos deportistas, quedó deslumbrada por la villa olímpica: “Como para todo atleta, me impactó mucho la vida en la villa olímpica, te impacta ver a otros atletas que los veía por televisión. La verdad es que en unos Juegos Olímpicos se ven y se reflejan mucho los valores profundos del olimpismo porque hay mucho respeto, estás pendiente de cómo le van a tus compañeros, etc. Es muy lindo lo que se vive y es en el único lugar donde se vive eso. Ahí estamos desde los más conocidos, los que ganan mucha plata, hasta los que no son tan conocidos y los más amateurs. Es espectacular”. De esa cita se llevó ni más ni menos que la medalla de plata.
A los siguientes Juegos Argentina acudieron de otra manera: “En Atenas ya fue diferente al estar más consolidada como jugadora y como líder de un equipo, mientras que en Sídney era de las más chicas. En Atenas Argentina ya se posicionó de forma diferente porque después de Sídney fue como el boom de Las Leonas y empezamos a ganar un montón de torneos, el Mundial del 2002, un montón de Champions Trophies…Ya éramos un equipo respetado por el resto de su sus pares y teníamos la presión de estar entre los cuatro primeros lugares. En Atenas terminamos ganando la medalla de bronce faltando un minuto con un gol contra China que creo que hice yo, así que fue un alivio, porque es difícil volver a Argentina sin medalla. Ya están acostumbrados a que las Leonas ganen medallas y el fanatismo de los argentinos por el deporte en general [crea presión]”.
De los Juegos de Pekín 2008 Luciana no puede dejar de contarnos cierta anécdota que vivió con el mito argentino del fútbol Diego Armando Maradona, pero antes le pedimos que nos cuente cómo le fue el torneo olímpico a Las Leonas: “Después de Atenas jugamos un Mundial en 2006 en que no nos fue tan bien y empezó a haber cambios de entrenadores, jugadoras, así que llegamos a Pekín 2008 no tan bien como en otros Juegos, pero pese a ello logramos medalla. De lo que siempre me voy a acordar de Pekín es de Diego Maradona, que estuvo en nuestros partidos. Creo que fue lo más lindo de los Juegos Olímpicos. Nosotras veníamos de muchos cambios y no veníamos haciendo un buen torneo pero logramos una medalla y eso es lo importante en los equipos de arriba, que puedes tener un buen o mal torneo y logras igualmente estar en un podio”.
Y ya sí que toca hablar de lo que ocurrió con Maradona: “Perdimos la semifinal con Holanda estando Diego en el estadio y dijo que nos vendría a ver en el partido por el bronce y menos mal que ganamos, porque si perdemos con Diego en el estadio…”. Luego personalmente Luciana fue requerida por el propio Maradona: “En el partido contra Holanda Maradona en cuanto me vio me dijo que quería mis zapatillas -fucsia- para Claudia. No le podía decir que no a Diego. Me quedaba un partido más pero se las di; tenía otras, obviamente. Ese día me tocó control de dopaje y él fue a charlar con Las Leonas y yo no estuve y me dije “Me lo voy a perder, no lo voy a poder ver” y me acuerdo que bajo las escaleras, voy a la parte de medios y me estaba esperando ahí. No podía creer que me alabara mi juego”. Porque hay que añadir que Aymar se hizo extremadamente popular gracias a sus peculiares zapatillas, bien fueran fucsia –que marcaron época- o las doradas que también llegó a usar, poniéndose ambas de moda.

De los últimos Juegos que disputó, los de Londres 2012, nos cuenta: “Llegamos distintas a esos Juegos. Cada cita olímpica fue totalmente diferente. A Londres llegamos mejor posicionadas, éramos favoritas, habíamos ganado el Mundial del 2010. Terminamos perdiendo la final, contra Holanda, el 10 de agosto el día de mi cumpleaños, así que me voy a acordar toda mi vida”.
Luciana Aymar fue capitana de Las Leonas llegando a convertirse en la deportista más mediática de su país. Todo un referente, trata de transmitir valores. Siempre fue una perfeccionista (se quedaba a entrenar una hora más que el resto de compañeras) e incluso faltando apenas una semana para su retirada empezó a entrenar para mejorar su golpe de revés. Con Las Leonas vivió una época dorada en la que la selección femenina de Argentina alcanzó 22 medallas internacionales. Luciana es consciente de que contribuyeron en cierta manera a una revolución en el deporte femenino de su país: “Yo creo que Las Leones fueron una gran aportación para que se abrieran muchas puertas para el deporte femenino en Argentina y darle más visibilidad y que las atletas se arriesgaran y se animaran un poquito más, por más que ya estaba Gabriela Sabatini, pero venía de un deporte individual. Las Leonas fuimos como muy populares y a partir de nuestros éxitos empezó a hacer que se dieran más ayudas al deporte en general, así como visibilidad”.
No podemos dejar de hablar de sus muchos y muy importantes premios a nivel individual, aunque jugara un deporte de equipo. Al respecto nos comenta: “Los premios individuales me animaban a transformarme torneo tras torneo. Yo sabía que si no me reinventaba en un torneo quizás no iba a ser la mejor. Siempre trataba de mejorar físicamente, técnicamente, tácticamente cambiaba las posiciones, mentalmente trataba de hablar con mi psicólogo sobre las cosas que me faltaban. Siempre fui muy exigente conmigo misma y me gustaba que me nombraran la mejor jugadora. Siempre buscaba algo distinto”.
Escuchándola entendemos por qué se convirtió no ya en un puntal de una selección de éxito, sino en una jugadora galardonada mundialmente a nivel individual llegando a ser considerada, oficialmente, una Leyenda de su deporte.