El empresario más longevo del mundo es Klaus Obermeyer y por fin tiene sustituto – Noticias

Seguramente Klaus Obermeyer es el Presidente de más edad que dirige una empresa. De origen alemán, en 1946 al acabar la Segunda Guerra Mundial se muda directamente a Aspen, donde ya con su título de ingeniero aeronáutico bajo el brazo podía seguir disfrutando del esquí que tanto la apasionaba ya desde entonces. En 1947 funda una empresa con su nombre para vender material de invierno mientras daba clases a las estrellas de Hoollywood. Desde entonces no ha dejado ni el cargo ni de esquiar. Podríamos decir que es quizás la única persona de la tierra que ha estado esquiando… ¡durante más de un siglo!.
El pasado 2 de diciembre cumplió los 105 años (que buena fecha para un apasionado del esquí!) y acabada la temporada de invierno, ha anunciado que por fin se retira de la toma de decisiones de Sport Obermeyer. No renuncia a su cargo de Presidente (será simbólico) y seguirá en el Consejo de Administración, pero a partir de ahora será Kris Kuster quién tome el mando. Un veterano de la industria del esquí y los deportes de invierno que ahora será Director ejecutivo tras haber estado en otras compañías como Mammut Sports Group AG y X-Bionic.
Se han nombrado también otros cargos con el objetivo de rejuvenecer una marca con 78 años de historia que quiere ahora expandir su negocio a las actividades de primavera e invierno así como colecciones específicas para la mujer deportista que ama los deportes al aire libre en la montaña. Obermayer en la ceremonia de ‘traspaso de poderes’ aseguró que
“Durante más de 75 años, mi pasión ha sido ayudar a personas y familias a disfrutar de la montaña con equipos cuidadosamente diseñados. “Mirando hacia el futuro, es hora de que un nuevo liderazgo impulse esa misión. Kris comprende nuestra herencia, comparte nuestra pasión por la naturaleza y aporta la visión y la experiencia necesarias para liderar a Sport Obermeyer hacia su próxima gran etapa”.
Otra de las razones para este cambio, es adaptarse a los nuevos aranceles del segundo mandato de Donald Trump, que obligará a subir precios a las marcas también de los Estados Unidos. La mayoría de ellas, por no decir todas, fabrican en Asia sus productos, sobre todo en el téxtil. Tan solo un puñado de pequeños fabricantes ‘de garaje’ los hacen en el país, aunque igualmente se verán afectados por la subida de las materias primas que llegan desde fuera. Una situación que la nueva generación de altos ejecutivos de Sport Obermeyer deberá saber hacer frente, tal como recuerda el mismo fundador,
«Pero esta decisión sin duda se toma por los aranceles que han generado nuevas presiones financieras para empresas estadounidenses como la nuestra, que dependen de las cadenas de suministro globales. Estos ajustes nos permiten seguir ofreciendo calidad sin comprometer la integridad ni la innovación de nuestro producto».
Obermeyer mientras tanto seguirá esquiando. El hombre está estupendo a su edad y goza de una energía sorprendente. La que ha tenido toda la vida y parece que no se le agota. A lo largo de su historia empresarial se adjudica haber creado el primer anorak para esquiar.
Lo del anorak parece que se le ocurrió gracias a su madre. Su primer trabajo fue el de instructor de esquí. A sus 28 años ya estaba dando clases a estrellas de Hoollywood como Ingrid Bergmann y Gary Cooper y fue así como se fijó en algo que le cambiaría la vida. Todos ellos usaban un abrigo para no pasar frío mientras viajaban en el telesilla pero luego no podían esquiar con él puesto, así que se lo dejaban al remontero para que alguien lo volviese a bajar. A Klaus Obermeyer se le ocurrió que tenía que inventar una chaqueta lo suficientemente cálida como para proteger de las bajas temperaturas en el remonte, pero ágil como para poder moverse con ella mientras se desciende por las pistas.
Su madre le envió una cálida manta de plumas con la que confecciona el primer anorak plumón del mundo. A Gary Cooper le gustó tanto, que pagó nada menos que 250 dólares de aquella época (a principios de los ’50) por aquella chaqueta.
El éxito es inmediato, así que creó la marca Obermeyer y el anorak de plumas empieza a fabricarse en masa. Todavía alterna su nueva vida de empresario con la de instructor, por lo que sigue fijándose en más necesidades. Inventa la bota de esquí de dos piezas, crema solar especial para la nieve (Sportan), los primeros bastones de aluminio y hasta unas gafas con espejo para irradiar la intensa luz del sol a gran altitud y evitar el lagrimeo de los ojos: las icónicas Rallye.
Con el tiempo se dedicó en cuerpo y alma a su empresa, que aún hoy en día sigue siendo una de las más importantes marcas del mercado de la moda de invierno, el esquí y el snowboard. Y al mismo tiempo cada año sigue haciéndose alguna bajadita en Aspen.Ya con más cuidado, pero sin perder la pasión por la nieve.
Obermeyer se fundó en los ’60 y sigue siendo una marca de referencia en el esquí