Desorbitada multa de 200.000 euros por fotografiar urogallos
Los Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya han denunciado a dos personas en el Pallars Sobirà por fotografiar ilegalmente al urogallo. Esta especie protegida, en peligro de extinción, es extremadamente sensible a la presencia humana y la fotografía y otras actividades ilegales que la perturben pueden comportar sanciones de entre 3.000 y 200.000 euros.
El Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo de los Agentes Rurales intensifica la vigilancia en el Pirineo para proteger esta especie durante su periodo reproductor. Precisamente, los Agentes Rurales han determinado después de una investigación que las dos personas denunciadas hicieron las fotografías dentro de los espacios naturales protegidos de la Región del Alt Pirineu y en época de reproducción del urogallo sin autorización.
La primera denuncia se ha puesto a una persona que pernoctaba camuflada en la zona periférica del Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en el término municipal de Esterri d’Àneu con varios equipos de fotografía. La investigación de estos hechos ha permitido también detectar y denunciar otras actividades ilegales de captación de imágenes no sólo del urogallo, sino de otras especies amenazadas del Pirineo.
El otro caso ha tenido lugar en el término municipal de Alins, dentro del Parc Natural del Alt Pirineu, donde se ha denunciado una persona que hacía fotografía profesional sobre esta especie y que ya había sido identificada y denunciada con anterioridad, después de hacer fotografías similares que después difundía por las redes sociales.
Regresión «alarmante»
El urogallo está incluido dentro del Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada de Cataluña como especie en peligro de extinción, y los Agentes Rurales alertan de una regresión «alarmante». De entre los factores de amenaza de esta especie aparece la actividad humana y la generalización de actividades de ocio.
El urogallo es altamente sensible a la presencia humana. La detección de personas provoca el abandono inmediato de la zona y la interrupción de conductos clave como el canto, que puede impedir la cópula, especialmente porque las hembras sólo son receptivas durante dos o tres días. Si las perturbaciones son frecuentes, la reproducción puede verse gravemente comprometida, y se puede reducir drásticamente la productividad de la especie.
El Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo de los Agentes Rurales mantiene activo un dispositivo de vigilancia y protección del urogallo durante todo el año, que se intensifica en los periodos más sensibles para la especie, como la época reproductora y la invernal, cuando es el esquí el que puede perturbar a este especie.
Un urogallo ‘ataca’ a una snowboarder que se cayó en una pista de esquí
Por eso, las estaciones de esquí de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, tienen señalizaciones en sus dominios esquiables donde advierten de la posible presencia del urogallo y que por tanto está terminantemente prohibido pasar. Estas zonas también están delimitadas claramente en los mapas de pistas de Port Ainé, Espot Esquí y Boi Taüll, situadas en el Pirineo de Lleida, donde hay presencia de esta ave galliforme.
El urogallo además de ser muy sensible en épocas de cría, también es dominante en su territorio. En alguna ocasión alguno de ellos ha atacado a esquiadores que se han adentrado en su zona o se han topado mientras esquiaba por las pistas.
El cuerpo alerta de que en los últimos años se ha observado un incremento «preocupante» del número de personas que acceden a zonas de canto del urogallo. Este aumento a menudo está vinculado a la difusión de imágenes en las redes sociales que, «a pesar de parecer inofensivas, pueden generar un fuerte efecto llamamiento».
Mapa de pistas de esquí en Boñi Taull, Port Ainé y Espot donde se señalizan las zonas protegidas para el urogallo