DE PODER DISPUTAR UNA FINAL OLÍMPICA AL ÚLTIMO PUESTO POR CULPA DE 100 GRAMOS – Historias de los Juegos

Mucho se ha hablado de la no descalificación de la boxeadora argelina Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París 2024. Al contrario, poco se ha hablado de la descalificación de la luchadora india Vinesh Phogat por exceder en 100 gramos el peso máximo permitido que la llevó de poder disputar la final (y, por tanto, tener la medalla de plata asegurada), a ser descalificada hasta el último lugar.
Antes de ponernos a explicar lo que ocurrió en la cita olímpica parisina hablaremos sobre quién es Vinesh Phogat. Viene de una familia de luchadores siendo su entrenador uno de sus tíos. Desde temprano tuvo que luchar, junto a su familia, para que no fuera mal vista por su comunidad, que consideraba que su deporte era únicamente masculino. Cuando Vinesh contaba apenas nueve años su padre murió acribillado por un familiar delante de su casa. Fue uno de sus tíos quien le aconsejó que se refugiara en el deporte para curar el dolor que sentía.

Pasan los años y Vinesh trabaja en los ferrocarriles indios compaginando su carrera deportiva que la llevó, además de a ganar medallas en Mundiales, Asiáticos y Juegos Asiáticos, a ser olímpica por primera vez en los Juegos de Río de 2016. Avancemos que Phogat ha sido tres veces olímpica y lo ha hecho en tres categorías de pesos distintas: 48 kilos en Río, 53 en Tokio y 50 en París. En Río tuvo que retirarse en su enfrentamiento de cuartos de final debido a una grave lesión producida en el mismo que le afectó el ligamento cruzado anterior.
Para cuando compitió en los Juegos de Tokio Phogat era otra: una deportista fortalecida, imbatida a lo largo de un año, número 1 mundial, incluso había sido candidata a los prestigiosos Premios Laureus del deporte. Pero de nuevo cayó en cuartos y ese fue sólo el inicio de su calvario, puesto que fue suspendida por la federación de su país por “indisciplina” alegando que se había negado a entrenar con sus compañeros de selección en la villa olímpica y que no había vestido el uniforme indio oficial en los Juegos.

Vinesh no se rindió en el ciclo olímpico que siguió y ganó más medallas internacionales. Luchó en las pistas y fuera de ellas pues fue una de las deportistas que más se involucró en las protestas contra el presidente de la federación de su país, acusado de abusos sexuales. Junto a otros destacados luchadores –como la medallista olímpica Sakshi Malik – Phogat no dudó en realizar sentadas, manifestaciones y protestas varias para que se destituyera al político Bhushan Sharan Singh de su cargo como presidente de la federación india de lucha.
Llegamos por fin a los Juegos de París. Nuestra protagonista fue superando rivales hasta clasificarse para la final, siendo la primera luchadora india en llegar a una final, pero esa final jamás llegaría a disputarse. Ocurrió que, antes de tener lugar dicha final, Vinesh superaba el peso máximo permitido. Es por ello que pasó una noche tomando todas las medidas posibles para rebajarlo: pedalear, correr…hasta cortarse el pelo y partes de su ropa. Pese a ello, Vinesh superó en el momento del pesaje oficial en tan solo 100 gramos el peso permitido. No solo no se le permitió competir en la final, algo indiscutible e indiscutido, sino que se le colocó en el último lugar de la clasificación, no teniendo en cuenta que el resto de días en que había competido y ganado a sus rivales sí estaba dentro del peso permitido. Pasó de ser una posible campeona olímpica a la última clasificada.
Naturalmente la luchadora india peleó por una medalla de plata que, consideraba, merecía. El TAS desestimó su petición. Acto seguido Phogat anunció su retirada y publicó una sentida carta en la que lamentaba no haber podido cumplir los sueños que su padre tenía sobre su futuro como luchadora. Por cierto, que las autoridades indias decidieron concederle la ayuda económica estipulada para los medallistas olímpicos de plata.
Tras su retirada Phogat entró en política, convirtiéndose en miembro de la Asamblea Legislativa de Haryana (un pequeño estado al norte de la India). Justo después de los Juegos Olímpicos también se implicó en otra lucha, defendiendo los derechos de los granjeros para que éstos tuvieran garantizado un precio mínimo por sus cosechas.
100 gramos cambiaron el destino de esta luchadora, en todos los sentidos de la palabra.