Así ganó Jannik Sinner a Casper Ruud en el ATP Roma 2025


🎾 Aboian/Casanova vs Huertas Del Pino/D P Cordova
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Observa Casper Ruud, como si fuera un espectador más, una máquina perfecta que solo hace que atacar y atacar bolas llamada Jannik Sinner. El número uno ofreció, sin ninguna duda, el mejor tenis de la temporada y posiblemente uno de los mejores partidos de su corta, pero agraciada carrera. Se echaba en falta en el circuito ese vendaval de juego, esa derecha demoledora y ese ritmo imponente. El italiano aplastó al noruego por 6-0 y 6-1 en apenas una hora y tres minutos y lanza un serio aviso a sus rivales: el mejor Sinner está de vuelta, y solo ha necesitado cuatro partidos para conseguirlo.
Como una moto salió Jannik Sinner al Foro Itálico de Roma. Todos los ‘tifosi’ italianos que le han alentado a lo largo de la semana se sorprendían al ver un inicio tan dominante del número uno del mundo. Rompía en blanco el servicio de Ruud tras unos intercambios donde el italiano fue una roca. Se le veía más fresco, entero y metido que en el resto de encuentros. Sabedor que el torneo entra en su momento final y que debe de subir el nivel para volver a tocar metal. Algo que ha hecho en los últimos ocho de los nueve torneos en los que ha jugado.
Dominio absoluto e imponente
El flamante campeón de Madrid no entendía nada de lo que estaba pasando, ya fuera por la entrada fulgurante de Sinner o por la nula respuesta que encontraba en su tenis. Había muchas preguntas, pero la única certeza es que en 15 minutos de partido, el número uno ya iba 4-0, con dos breaks a favor y habiendo perdido solo dos puntos.
Estaba siendo el mejor Sinner desde su vuelta, sin ningún fallo, ningún ‘pero’; con la intensidad y el ritmo característicos de su juego y con una derecha a la que le imprimía un efecto infernal. Y ante este vendaval tenístico, a Ruud no le quedaba otra que esperar a que pasase la tormenta. Mientras tanto, solo podía quedarse mirando el nivel arrollador del número uno, con una derecha inabordable que cada vez que salía de su raqueta escupía fuego. No era nada descabellado afirmar que este set fue uno de los mejores que ha jugado el italiano en toda su carrera. 6-0 en 31 minutos, perdiendo solo siete puntos y haciendo ocho golpes ganadores.
Aparecía la duda de saber si el segundo set iba a ser una réplica del primero o si Ruud iba a mostrar algún tipo de resistencia. Porque otra cosa que estaba clara era que Sinner no iba a bajar el nivel y que iba a seguir martirizando al pobre noruego. A pesar de que Ruud mejor algo su juego, no fue suficiente para que el italiano siguiera campando a sus anchas; volvía a romper por cuarta vez y encarrilaba el segundo set y el partido.
Hasta la afición italiana aplaudía los aciertos de Ruud, esperando algo de batalla, algo de lucha, porque los juegos pasaban y solo estaban viendo a un ciclón llamado Sinner. Suspiraba, negaba y resoplaba el campeón de Madrid, que se veía completamente atropellado por el joven de 23 años.
Ruud solo pudo hacer un juego
Todo le entraba al italiano, no había bola que no golpeara bien, ni pelota que no atacara, era una máquina completamente engrasada. Por ello, cuando Ruud se hacía con su primer juego del partido, levantaba las manos, se reía y celebraba el pequeño respiro que le había dado Sinner.
Le permitió ganar un juego, poco más. La pequeña tregua terminó y el italiano volvía a someter al nórdico. El número uno no bajaba el pistón y se gustaba cada vez más, mientras que Ruud solo esperaba a que llegará el final del partido y olvidar lo antes posible este ingrato recuerdo.
De esta manera tan tirana, Sinner no tuvo ninguna piedad con el de Oslo, que entregó las armas (6-0, 6-1). Y la sensación que reinaba en el ‘Campo Centrale’ de Roma no solo era de felicidad, sino de impacto después de haber presenciado una auténtica oda al tenis más agresivo y dominador de los últimos tiempos. Pero el número uno no va a descansar y ya tiene entre ceja y ceja su próximo rival en semifinales. Que dios pille confesado a Tommy Paul.