Análisis del Sinner vs Alcaraz, final del ATP Roma 2025: ¿quién ganará?


🎾 Jannik Sinner vs Carlos Alcaraz
* Ver y apostar en este partido en directo aquí.
Jannik Sinner y Carlos Alcaraz. Número uno y dos del mundo. Dos caras de una misma generación dispuestas a arrasar, a saquear, a quedarse con todo, a marcar el ritmo y convertirse en la cara visible del tenis en la próxima década. Cada duelo entre ambos genera una expectación única, un universo de sensaciones que nos retrotraen a tiempos de épicas batallas y partidos entre leyendas de este deporte. Por primera vez en la historia, ambos se ven las caras en una final de Masters 1000: el ATP Roma 2025 será testigo de una final con múltiples e impresionantes alicientes.
El hombre de hielo, la máquina perfecta. Jannik Sinner juega en casa y, tras tres meses de sanción, ha reformulado ciertos parámetros para regresar con un dominio aún mayor al del 2024. El único jugador del circuito que aún no ha perdido este año… se mide, claro, al último que le ajustició: el fuego de Carlos Alcaraz, el mismo que le ha ganado sus últimos tres cara a cara, el príncipe capaz de desactivar, con variantes, talento y ráfagas de efervescencia absoluta, los ajustes de una máquina que frente a él solo es -casi- perfecta.
PISTOLAS, RITMO LINEAL Y LA BÚSQUEDA DE LA PRECIPITACIÓN
Hay un aspecto clave que subyace cada vez que estos dos tipos se enfrentan: ganar la línea de fondo es acercarte a la victoria. El que golpea primero golpea doble. Una máxima que no extraña a nadie en el tenis del Siglo XXI, pero que se eleva a dogma cuando los dos prototipos de evolución comparten pista. Eso sí, si hay una superficie que recompensa la variedad y que te enseña que hay varios atajos para llegar al triunfo, esa es la tierra batida… y ahí, claro, es Jannik Sinner el que aún tiene más que aprender.
Convertir Roma en Australia. Que el ritmo de juego sea similar al que viviría en el Turín. Por ahí pasan las opciones de triunfo del de San Candido, que bordó el tenis ante Casper Ruud pero enfrenta ahora a un rival con múltiples variantes para sacarle de su zona de confort. Buscar constantemente los intercambios de revés a revés cruzando, hostigando a Carlos en el lado de la ventaja, y no negociar la profundidad como máxima de sus golpes: ese ritmo de martillo pilón es el que ha traído suerte a Jannik en sus triunfos ante Carlos, una táctica más difícil de imponer en tierra, pero ni mucho menos imposible para un tipo que eleva su techo a cada partido que pasa.
Una vez Carlos quede encajonado ahí, los caminos hacia el tirunfo de Jannik son claros. Uno, que Carlos se precipite y busque salir del intercambio con rapidez, jugándose golpes ganadores en situaciones difíciles, encerrándose en pegar reveses paralelos con muy poco margen de error (algo que Novak Djokovic ha logrado como nadie). Dos, que esa presión obligue a Carlos a buscar variantes, pero en situaciones comprometedoras, dejando alguna bola corta con la que Sinner, claro, debe entrar a cuchillo para finalizar los puntos y no permitir los contragolpes del murciano. Obligar a Alcaraz a tener una actuación portentosa con el revés paralelo y anular la búsqueda de variantes del murciano son claros objetivos de un marciano que afrontará con hambre renovada el duelo.
BOLAS ALTAS, ARSENAL TOTAL, ATAQUES FULGURANTES
Si Sinner domina la línea de fondo vía asfixia, Carlos la domestica usando un arsenal de trucos que ya quisieran para sí muchos magos. Lo cierto es que el murciano tiene un fantástico arquetipo para batir a Jannik en su última batalla en tierra batida, las semifinales de Roland Garros 2024, donde remontó el encuentro al más puro estilo terrícola: empleando las bolas altas para que el italiano golpee lejos de su zona de confort, a la altura del hombro, utilizando los paralelos para incidir una y otra vez en los cambios de dirección sobre tierra, cambiando el ritmo combinando algún que otro golpe cortado y, claro, atacando las bolas cortas con su drive una vez disponga de ellas.
En este sentido, si Jannik querrá incidir en intercambios de revés en diagonal, Alcaraz buscará girar el partido en la otra dirección, activando su derecha con peso para jugar cruzado frente al drive del italiano. Si bien éste se ha convertido en un golpe cada vez más fiable, los pequeños gestos de incomodidad de Jannik en el final de partido frente a Tommy Paul al moverse hacia ese lado suponen un estímulo demasiado potente para ignorar… y, claro, el partido de París nos recuerda que Sinner no se encuentra nada cómodo cuando golpea de derecha a la altura de su hombro. Esas bolas con peso pueden ser una máquina de generar errores por parte de Sinner.
Y, claro, en caso de que nada de esto funcione, nunca nos olvidemos que Alcaraz dispone de un tarro de las esencias que, por ejemplo, sacó con maestría en el tiebreak final de Pekín, una sexta marcha que supondría un recurso desesperado para acelerar y lograr que Sinner no aguante el tirón. Aún así, el orden, las variantes y aspectos como las subidas a la red o las dejadas juegan a favor de un Carlos que se siente como pez en el agua en tierra batida… y quiere perpetuar su dominio ante su gran rival en su hábitat natural.
Los dos herederos al trono se vuelven a ver las caras en una cita imperdible para todo aficionado al tenis. El hambre del número uno en su regreso con la búsqueda de reivindicación de un príncipe herido en su orgullo, el hielo y el fuego, Italia contra España y el dominio del circuito como telón de fondo en un capítulo más de una historia que comienza a ser inolvidable. Preparen las palomitas, ya que si parpadean se lo pierden. ¿Sinner o Alcaraz? Mañana a las 17:00 lo descubriremos.