“ESTE AÑO ME HE CAÍDO MUCHAS VECES Y ME HE TENIDO QUE LEVANTAR MUCHAS VECES. HA MERECIDO LA PENA LEVANTARME CADA UNA DE ESAS VECES” – Historias de los Juegos
Si no conoces la historia de la haltera paralímpica española Loida Zabala te pongo en situación: en silla de ruedas desde los once años debido a una infección en la médula, ya había participado en varios Juegos Paralímpicos cuando, preparándose los de París, le fue diagnosticado un cáncer de pulmón avanzado que se le extendió al hígado, riñón y cerebro. La devastadora noticia no la hundió, sino que la fortaleció y, lejos de abandonar el sueño de acudir a los Juegos Paralímpicos de París, siguió entrenando. No fue tarea fácil, unido además a que debía bajar once kilos de peso para entrar en su categoría. Compaginó el tratamiento contra el cáncer con la preparación para poder competir en los Juegos. Lo logró, cumplió su sueño aunque fuera a costa de pausar por unos días -los previos a los Juegos- su medicación contra el cáncer, para poder dar el peso. Llegó a los Juegos, fue finalista y, aunque no consiguió medalla, realizó tres intentos válidos de levantamiento.
A la vuelta de París nos cuenta, con esa sonrisa que no la ha abandonado nunca y que le caracteriza, cómo vivió una experiencia que califica de ‘mágica’: “Sin duda han sido los Juegos más emotivos para mí. Han sido los Juegos que menos marca he hecho y peor puesto he quedado pero han sido los que más he disfrutado y en los que más me he emocionado y por eso lloré después del tercer levantamiento”. No elude que el camino no ha sido nada fácil, sólo ella sabe hasta qué punto. En sus redes sociales nos mandaba mensajes, siempre positivos, sobre su evolución. Los hechos reales podrían haber hundido a cualquiera, pero su optimismo, su opción de apostar por la positividad, fue fundamental, para ella y no solo, pues nos ha servido de guía, ejemplo, faro a seguir para el resto de los que no estamos ni de lejos en su situación y nos tomamos las cosas con otra filosofía y, por descontando, damos por sentado en que habrá ayudado a muchos que se encuentran en situaciones similares a la suya. Sus mensajes, sus palabras y sus hechos, han sido ejemplares. Pero Loida reconoce que “ha sido un año muy complicado y el hecho de llegar ha sido increíble, pero el hecho de entrar en categoría también, que me ha costado mucho bajar de peso, ha sido un logro importante para mí. El haber competido es algo increíble, sobre todo en esta ocasión, que tenía a la familia entre el público y fue súper mágico”.
No obtuvo medalla en París 2024, tampoco se le pedía, pero muchos -si no todos- consideran que su mera participación vale más que todo el oro fundido de las medallas ganadas. Susana Rodríguez, dobe camepeona paralímpica, reconocía que Loida “nos ha demostrado con su actitud ante la vida ser merecedora de medalla. Nos ha dado la mejor lección a todos”. Loida percibe esta sensación a su alrededor: “Yo noto que mi resultado ha sido como una medalla porque el haber llegado ha sido un logro increíble, porque yo hace unos meses pensaba que era imposible. Era muy difícil, a pesar de que estábamos trabajando en ello y, bueno, hay veces que los sueños no se cumplen, pero hay otras veces que sí”.
La extremeña se enteró que cumpliría su sueño de estar en los Juegos de París en cuanto recibió una llamada de la Federación Española diciéndole que tendría una invitación para participar en los Juegos de París: “En ese momento lloré de felicidad y no podía parar porque para mí era algo increíble”. Y esta experiencia en unos Juegos ha resultado ser totalmente diferente a las anteriores: “Esta ocasión ha sido muy especial y muy emotiva porque todo el mundo me ha abrazado y me ha dicho “’¡Pero si te veo bien!” y ha sido como mágico, todo el mundo me ha tratado con tanto cariño y tanta admiración que me he sentido en familia realmente. Sin duda me han empujado a seguir. Ha sido como una magia especial en estos Juegos, que ya eran especiales antes, pero después de vivirlo con ellos ha sido increíble”.
Reiteramos que su forma de afrontar lo que le ha venido encima no ha sido la normal en estos casos, de hecho la haltera reconoce que “se me ve como algo de otro planeta, algo que me han dicho alguna que otra vez pero, de verdad, que esta fuerza que tengo yo la tenéis todos dentro. No es fácil, pero está ahí, sólo hay que descubrirla para poder sacarla”. Un nuevo mensaje de positividad que nos transmite, pese a que reconoce que no ha sido fácil el camino: “Ha sido un año en que me he caído muchas veces, me he tenido que levantar muchas veces. Al principio todo es más o menos sencillo, pero las últimas veces que me he tenido que caer cuesta más levantarse, porque es otra vez a empezar de cero, pero sin embargo todo ha salido bien y hemos llegado, que es lo importante, y ha merecido la pena levantarse cada una de esas veces”.
No sin mucho esfuerzo y sacrificio cumplió el sueño, que parecía irrealizable pocos meses antes, de competir en los Juegos de París. Ahora quiere cumplir el siguiente: estar también en los de Los Ángeles: “Por estadística no sabemos si puedo sobrevivir hasta Los Ángeles 28, pero mi meta es sobrevivir esos cuatro años para llegar a los Juegos. Tengo el apoyo de mi oncóloga para hacer todo lo posible y llegar y, antes de eso, está dentro de dos años que ya recupere mi rendimiento deportivo del año pasado, me gustaría revalidar el título de campeona de Europa”.
Los sueños se cumplen a veces sí y otras no, como ha dicho la propia Loida. Los suyos, que son ya compartidos por todos, deseamos con toda la fuerza del mundo que ella nos manda y nosotros le devolvemos, que se cumplan. Personas así lo merecen.