Sammnaun la única estación de esquí con aduana en sus pistas

En enero de 1961 abría sus puertas por primera vez la estación de esquí de Ischgl. Era la culminación de un proyecto que comenzó tras la fundación el 7 de Octubre de 1961 de la «Liftanlagen von der Silvrettaseilbahn AG». El pueblo entero había llegado al convencimiento de que si no explotaban ese oro blanco que cada invierno les tapaba sus montañas, acabaría muriendo el valle.

El proyecto, liderado por granjeros y campesinos después de que los bancos les dieran la espalda, tuvo tanto éxito que al otro lado del valle, ya en Suiza, otros impulsores decidieron crear a principios de los ’70 la estación de esquí de Samnaun. Tampoco tuvieron la confianza bancaria, así que los de Ischgl, que ya estaban amasando una fortuna, les prestaron el dinero a cambio de algunas acciones. Ni que decir tiene que se repitió el éxito, así que viendo que un complejo invernal fronterizo podría tener todavía más afluencia, en 1977 ampliaron el porcentaje al 57%.

En aquella época ni existía espacio Schengen ni pacto alguno entre países, así que de momento los esquiadores solo podían llegar hasta un límite donde amablemente se les invitaba a dar la vuelta. Finalmente el 16 de diciembre de 1978 se pudo por fin esquiar sin limitaciones tras un acuerdo entre Austria y Suiza.

Las consecuencias fue el incremento de esquiadores, pero también el comienzo del contrabando entre países. En el lado suizo todo es más barato por la ausencia de impuestos, así que no fueron pocos los que vieron el negocio y empezaron a montar tiendas, especialmente de licores y tabacos. Los esquiadores se los metían en la mochila y pasaban al otro lado. Con el tiempo eso llegó incluso a profesionalizarse. Hoy hay más de 50 tiendas ‘duty free’ y hace tiempo que volvieron a aparecer los porteadores.

La solución pasó por poner un servicio aduanero en mitad del área esquiable, justo en el punto de unión entre ambos países. Actualmente está compuesto por un equipo de seis policias transfronterizos que suben en horario de apertura de remontes. 

Y trabajan mucho. Según datos aportados esta semana, esta aduana entre Suiza y Austria realizó 330.000 controles fronterizos en el último año.

El contrabando no solo ha aumentado, sino que se ha diversificado a todo tipo de productos de maneras que la cantidad y el valor de los bienes también están aumentando. Ahora a la botella de Whisky y cartón de tabaco, se ha visto también artículos de lujo como joyas, ropa y caros cosméticos.

Por ejemplo, el informe detalla que un hombre intentó pasar de contrabando tres relojes de lujo por valor de 60.000 euros en una mochila a Austria. Algo así no es muy habitual, pero desde la aduana aseguran que cada mes pillan a alguien con un valor de este calibre. 

En cuanto al perfil de los ‘contrabandistas’, el 90 por ciento son esquiadores que están pasando unos días de vacaciones, y el otro diez por ciento son habitantes del valle que se han especializado en llevar mercancías de Suiza a Austria que se conocen la montaña y si son buenos esquiadores, buscando rutas alternativas si hay nieve suficiente.

Para poder pillar a los infractores, se hacen controles aleatorios a cualquier persona, lleve o no mochila. Se acercan al esquiador, les muestran las credenciales y allí mismo les hacen un registro de la bolsa, anorak o pantalones,

Cuando se les pilla se les sanciona y obliga a pagar el impuesto correspondiente. Una recaudación que deja cada año unos 14.000 euros aproximados en las arcas públicas. Poca cosa, pero seguramente de no haber control alguno esta cifra sería muchísimo más alta.

Este es un caso único, ya que si bien hay más estaciones de esquí entre dos países, todos pertenecen a la Unión Europea, y por tanto hay libre circulación de personas y productos. La Ley establece que por ejemplo en el caso del tabaco, solo se puede entrar un cartón de 20 paquetes dentro del Espacio Schengen.

La ‘Schmuggler Runde’

El contrabando entre Suiza y Austria es una tradición muy arraigada en estos valles que se remonta a mucho años antes de la guerra mundial. Entonces se pasaban paquetes de mantequilla, azúcar, cigarrillos o café a través del Flimssattel de 2756 metros de altura. Pero si les pillaba la policía Suiza, se lo confiscaban todo y le robaban el resto de pertenencias.

Donde ahora hay remontes, pistas y esquiadores, antes había una gran pobreza y los habitantes trataban de sobrevivir como podían. El contrabando se hacía básicamente mediante tres rutas, que hoy son comercializadas por Ischgl/Samnaum como la ‘Schmuggler Runde’. Una tiene 35,7 kilómetros de recorrido y las otras dos 24,7 y 19,8 respectivamente.

El recorrido más largo se puede hacer en unas cuatro horas si estás en buena forma. Hace más de medio siglo un contrabandista hacía la ida y vuelta en diez horas. Comenzaba en la oscuridad de la noche a las dos de la mañana con una mochila de 40 kilos y a mediodía estaba de nuevo en casa.

Ahora, quién acredite haberlas hecho enteras a través de la app iSki Ischgl, recibe un regalo y entra en un sorteo.