¿Qué le espera a Venezuela en la Copa América?
Venezuela pudo sacar adelante un partido que, en teoría, se le pudo haber atragantado. Se impuso ante una Jamaica que, con un jugador menos, hizo estragos en la defensa criolla (sobre todo en la segunda parte). Los tres puntos son tildados por algunos como «petróleo» y, en un par de días, debe afrontar un partido de esos que, en la historia reciente, se le ha dado bien a La Vinotinto: Uruguay.
Suena lejos aquel 0-3 memorable en Montevideo (aquel día se recuerda como el «Centenariazo») con una actuación inolvidable de antiguos emblemas del fútbol nacional como Juan Arango, Gabriel Urdaneta, Héctor González, Gilberto Angelucci y un tal Rafael Dudamel (portero suplente en ese partido) andaba en aquel plantel dirigido por el doctor Richard Páez. Ayer «Rafa» afronto su primer partido oficial como mandamás del banquillo Vinotinto.
Más de una década ha pasado desde que se escribió una de las páginas más gloriosas de la selección. Pese a que se vive de aquel recuerdo, es imposible no recordar en la eliminatoria a Brasil 2014, cuando llego la celeste, herida, a Puerto Ordaz a enfrentar a una Venezuela repleta de confianza. Sí, toca hurgar en la herida. Nadie puede sonreír cuando viene a la mente aquel quiebre de cintura que recibió Gabriel Cichero, culpa de Edinson Cavani, y Venezuela cae 0-1 y que dejó en condiciones precarias, estadística y moralmente, a la selección. Nunca pudo recuperarse de aquel baño de agua fría.
En este 2016, los muchachos de Dudamel, atravesando dificultades, pueden dormir como colíderes del grupo C del certamen continental. «La victoria (ante Jamaica) nos da la confianza que necesitábamos», soltó el DT venezolano en la rueda de prensa post-partido. Y este jueves, en Philadelphia, le toca verse las caras con un Uruguay herido de muerte (cayó 3-1 ante México en su primer cotejo). ¿Venezuela aprendió la lección de Puerto Ordaz? ¿Deja Vu?